Jugar al escondite en casa: 6 beneficios para los niños
Jugar al escondite es uno de los planes preferidos de los niños. Además, la esencia del juego está presente en dinámicas tan universales como el conocido Cucú-tras que despierta la atención de los bebés. El padre, la madre, el abuelo o el tío que interactúa con el niño a través de este formato sigue un esquema muy sencillo. Oculta su rostro con las manos, o con algún tipo de prenda, para después retirar esta barrera visual.
Ese instante, y la repetición de la misma secuencia, produce un factor sorpresa en el niño. En definitiva, la esencia del juego del escondite, a través de diferentes formatos y experiencias, se adapta a distintas edades y etapas (la seguridad es clave durante el proceso). ¿Qué beneficios aporta jugar al escondite en casa?
1. Espontaneidad
Conviene puntualizar que es una dinámica que los niños adoptan de forma natural y espontánea en diferentes instantes. Así ocurre cuando se ocultan en algún rincón de la casa con la expectativa de ser descubiertos.
2. Afrontar el miedo a la soledad y la oscuridad
El hogar ofrece diferentes escenarios que aportan la perspectiva perfecta para ocultarse y ser descubierto. El juego también puede tener un objetivo terapéutico cuando se alinea con una meta específica como, por ejemplo, ayudar al niño a superar el miedo a la separación o la oscuridad.
3. Límites y normas
El juego del escondite es una propuesta de ocio tradicional en la que pueden participar un mínimo de dos personas (pero también se adapta a toda la familia). Por ello, es una fórmula de entretenimiento muy flexible. Por otra parte, es un medio educativo para transmitir normas y límites que facilitan el desarrollo de la actividad. Por ejemplo, es posible definir el área de juego y acotar el espacio a un entorno concreto (en lugar de jugar en toda la casa si la superficie es grande).
4. Preparación previa para jugar al escondite al aire libre
El juego del escondite, como hemos indicado, se adapta a diferentes edades. También se desarrolla en distintas localizaciones. El tiempo de ocio en el hogar ofrece un entrenamiento previo que se convierte en una preparación para disfrutar de esta dinámica al aire libre con otros amigos del pueblo o en el parque, por ejemplo.
5. Creatividad
Como ocurre con otras propuestas de ocio y entretenimiento, el escondite proporciona una experiencia de aprendizaje que integra diferentes disciplinas. Por ejemplo, los niños se relacionan con los números al contar hasta una cifra determinada. También exploran el entorno y descubren las estancias de la vivienda desde otra perspectiva. Desarrollan la creatividad y el ingenio cuando buscan nuevas opciones para esconderse. Además, la experiencia no solo fomenta la interacción con el entorno, sino también el autoconocimiento y la expresión corporal.
6. Autonomía y toma de decisiones
El contexto del juego ofrece un marco seguro para tomar decisiones. La mecánica del juego es muy sencilla. Son los participantes los que dan forma al proceso a través de las decisiones que toman en la interacción que se produce en el contexto del hogar. Por ello, cada proceso es diferente.
En definitiva, jugar al escondite en casa es una forma de entretenimiento universal. Una experiencia sencilla y divertida que une a familias con niños.
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