Jet lag social: ¿Qué es y cómo influye en el descanso familiar?
El término jet lag puede trasladarte de forma directa a la experiencia de un viaje en el que existe una diferencia horaria significativa entre el destino y el lugar en el que está tu hogar. Sin embargo, este desajuste también puede acotarse en la rutina semanal como muestran los ritmos distintos que adoptan algunas personas durante el fin de semana (respecto a la rutina que transcurre de lunes a viernes).
En ese caso, se produce un jet lag social que tiende a materializarse cuando la diferencia en los horarios de descanso varía hasta superar las dos horas de diferencia.
¿Por qué se produce el jet lag social cuando llega el fin de semana?
La planificación familiar mantiene un orden y una estabilidad de lunes a viernes al estar condicionada por la jornada laboral o escolar. La flexibilidad del fin de semana, cuando se lleva al extremo, puede llegar a producir un jet lag social porque el cuerpo tiene que hacer un gran esfuerzo para adaptarse a los cambios en un breve espacio de tiempo. De este modo, los hábitos y rutinas que se mantienen de forma sólida de lunes a viernes experimentan un punto de inflexión repentino con la llegada del fin de semana.
Y este hecho produce consecuencias en forma de cansancio. Un cansancio que se agrava todavía más cuando se acumula durante semanas. Sin embargo, se produce una circunstancia frecuente en este contexto. Es habitual que padres e hijos tengan dificultades para conciliar el sueño en la hora frecuente durante el domingo por la noche si la rutina adoptada se aleja de forma notable de los horarios habituales.
Otros factores que potencian el jet lag social en las familias
Cuando durante el fin de semana se tiende a retrasar los planes de ocio, las visitas, las actividades en familia, la realización de los deberes o los recados, se acumulan los asuntos pendientes para más tarde. Y esa inercia también modifica la hora de ir a la cama. Por otra parte, el uso excesivo de las pantallas y dispositivos también altera los hábitos de descanso.
Cómo evitar el jet lag social para favorecer el descanso familiar
En primer lugar, es importante tomar conciencia de las consecuencias de la falta de descanso cuando la situación se sostiene de forma prolongada. Impacta de manera negativa en los niveles de bienestar, concentración y estado de ánimo.
Por otra parte, también es recomendable establecer una separación clara entre el día y la noche para adaptar el ritmo a las necesidades de cada momento. Una de las dificultades del estilo de vida actual es, precisamente, que no es fácil tener clara esta diferenciación. La contaminación lumínica de las ciudades muestra cómo la claridad se prolonga incluso en la madrugada.
Además, es recomendable encontrar el equilibrio para seguir una rutina frecuente durante toda la semana. Sin embargo, la base de esa rutina sí puede ser flexible para hacer algunas modificaciones durante el sábado y el domingo. Por ejemplo, los niños pueden levantarse más tarde cuando llega el sábado. Pero si se produce una falta de descanso de calidad durante la semana, la energía no se recupera de forma inmediata por prolongar el tiempo de descanso en sábado o domingo.
Comentarios cerrados