Interdependencia positiva: ¿Cómo influye en el aprendizaje?

El aprendizaje colaborativo facilita el trabajo en equipo. En el contexto del grupo se produce un descubrimiento directo: el resultado final del proyecto depende de la implicación de cada uno de los participantes. En consecuencia, se crea una situación de interdependencia positiva. La labor de cada uno forma parte del puzle que enriquece la experiencia de aprendizaje.

Solo existe una manera de conseguir el objetivo definitivo relacionado con la actividad: en compañía de los demás. En consecuencia, el individualismo no garantiza el cumplimiento de la meta final cuando se trata de un proyecto en el que participan varias personas.

La interdependencia es clave en los proyectos de equipo

De este modo, cada miembro del equipo interactúa con los demás. La comunicación, el diálogo, la escucha y la búsqueda de acuerdos facilitan la realización del proyecto. La interdependencia positiva produce efectos valiosos a nivel individual y colectivo. Aumenta el compromiso, la motivación y el interés de cada uno de los participantes. Y, por otra parte, incrementa el sentimiento de pertenencia.

Es decir, existe una vinculación entre quienes forman parte del proyecto. Y dicho vínculo se mantiene durante todas las etapas que componen la realización de la actividad. El papel de la interdependencia positiva es especialmente visible en los deportes de equipo que los niños practican en la infancia. Un objetivo cumplido se celebra en común con los compañeros. Es el ejemplo de una responsabilidad compartida en compañía.

La interdependencia positiva es beneficiosa por otra cuestión esencial: favorece la transmisión del conocimiento. Cada uno de los niños comparte aquello que sabe con los demás. Y, por otra parte, aprende de quienes le rodean. Es decir, cada protagonista encuentra un apoyo en sus compañeros. La ayuda mutua es clave para resolver dificultades, afrontar obstáculos y superar problemas. Las actividades de grupo que favorecen el desarrollo de la interdependencia positiva ocupan un espacio importante en el ámbito educativo. En ese caso, los alumnos también están acompañados por el profesor.

Evaluación holística del proceso de aprendizaje

La naturaleza del proceso de aprendizaje, desarrollado en el contexto de un grupo en el que existe una interdependencia positiva, favorece el fortalecimiento de la autoestima. Cada niño encuentra un espacio en el proyecto y descubre que su papel es importante para avanzar. Por ello, el tipo de actividad debe potenciar el trabajo en grupo. Y conviene puntualizar que la valoración final también parte de una observación grupal.

La interdependencia positiva no solo está presente en los deportes de equipo o en los proyectos de grupo, sino también en las dinámicas de roles. En ese caso, el papel desarrollado por uno de los protagonistas complementa a otros perfiles. La interdependencia positiva en cada una de sus formas alimenta la humildad, no el ego. Fomenta la colaboración, no la competitividad.

Los niños ejercitan las habilidades sociales, la empatía, la comunicación oral y corporal. Se implican para lograr objetivos comunes cuyo cumplimiento solo es posible cuando intervienen todos los participantes en el proceso de aprendizaje.

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