Inteligencia emocional para evitar que el divorcio afecte a los hijos

Inteligencia emocional para evitar que el divorcio afecte a los hijos

Escrito por: Maite Nicuesa    19 noviembre 2012    2 minutos

Consejos de inteligencia emocional y coaching para evitar que un divorcio afecte a los niños de una forma negativa. Es posible afrontar en positivo la nueva situación de la familia.

El divorcio es una situación difícil de afrontar no sólo para la pareja sino también, para los hijos que de una forma indirecta también influye a los hijos. ¿Cómo lograr llevar la situación lo mejor posible para que los niños no se depriman? En primer lugar, evita comparar a tu hijo con tu ex, especialmente, cuando estas comparaciones sean realizadas desde una perspectiva negativa. Por ello, en positivo, puedes elogiar las virtudes que ha heredado tu hijo de tu ex.

Del mismo modo, recuerda que tu hijo tampoco puede hacer de recadero entre tú y tu ex. Se trata de asumir el rol de adultos capaces de hablar de forma directa, incluso, más allá de las diferencias. Si te cuesta hablar cara a cara en un primer momento, date tiempo, pero por ejemplo, puedes hablar por teléfono con él. O mejor todavía, hacerlo por escrito en caso de que tengáis muy mala relación. Hay que dar tiempo al tiempo para curar las heridas. Lo normal es que al inicio de una separación no haya una relación idílica.


No conviertas a tu ex en tu enemigo. Es una persona que ha formado parte de tu vida y que siempre va a estar en ella, aunque sea de una forma distinta: siempre será el padre de tus hijos. Por tanto, sé también flexible para dejar que los niños puedan pasar tiempo con ambos. Cuanta más libertad se tiene, más bienestar se genera también en el seno de una familia.

Cuídate a nivel individual. Es decir, intenta atender tus propias necesidades emocionales porque para poder cuidar de los niños tienes que estar bien tú primero. Evita ante todo, colocarte en el sol de víctima, es decir, no es bueno que los niños sientan lástima por ti. Eres una persona independiente, autónoma y capaz de sacar tu familia adelante. Comparte con tus amigos tu dolor pero en casa, evita centrar tus conversaciones con los niños en la ruptura, especialmente, evita adoptar una actitud dramática ante la misma.

Favorece el contacto entre tu hijo y su padre o su madre (dependiendo del caso). Anímate a que le llame por teléfono, pon fotografías de tu ex por casa, por ejemplo, en la habitación de los niños. Date tiempo para adaptarte a la nueva rutina y también, dáselo a tus hijos porque todo cambio, implica un tiempo de readaptación. En el caso de un divorcio, puede ser necesario más de un año para dar normalidad a la situación.

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Foto | Sensa Cine

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