Insuficiencia luteínica y embarazo
Se conoce como insuficiencia luteínica a la producción escasa e insuficiente de la hormona progesterona en la mujer, esto causa, en la mayoría de los casos, la interrupción del ciclo menstrual y, por tanto, es uno de los impedimentos más usuales a la hora de conseguir el embarazo.
No debemos olvidar que la progesterona es fundamental durante el embarazo, ya se que se preocupa de preparar el endometrio para la instalación de óvulo fecundado y, después, mantener a nuestro bebé con vida durante la gestación. Es por ello que, además, esta anomalía es también una de las causas más frecuentes de los abortos espontáneos.
La implantación del embrión en el útero se produce entre los 6 y 10 días después de la menstruación, encontrando el endometrio totalmente maduro y preparado para que se produzca el embarazo si la cantidad de progesterona ha sido suficiente para ello. En casos de insuficiencia luteínica, no se producirá la gestación.
Esta anomalía en las funciones femeninas, pueden ser causadas por dos motivos: bien por una disfunción ovárica o por distintos problemas endocrinológicos, tales como trastornos en la tiroides o en la hormona prolactina en sangre. Es por ello que, lo más normal, es que cuando existe este tipo de insuficiencia en la generación de la progesterona, tu médico va a hacerte distintas analíticas que le permitan averiguar la causa que provoca dicha disfunción.
Para asegurarse si padeces insuficiencia luteínica, lo mejor es medir los niveles de progesterona en sangre, por lo que se te hará un análisis una semana después de la ovulación y una semana antes de la menstruación. En un periodo de 28 días, el ideal sería el día 21. El tratamiento más eficaz es recurrir a la progesterona sintética que suele ser recetado en inyecciones o geles.
Vía | Clínica Dam
Foto | Nutribén