El insomnio infantil

El insomnio infantil, al igual que en los adultos, no se considera una enfermedad ni un problema psicológico, en realidad se trata de un mal cambio de sus ritmos biológicos que hacen que sus sueños sean superficiales y duren poco. Para los pediatras las causas principales son dos: malos hábitos del sueño y la alteración en la rutina del bebé. Dentro de estas causas, más o menos, genéricas se encuentran una serie de actuaciones que nos pueden dar la clave del porqué del insomnio del pequeño. Estas son:

• Le haces dormir siestas largas que le impiden tener sueño por la noche.
• Un exceso de sobreprotección le hace tener miedo.
• Rompes su rutina de sueño cambiándole de habitación o llevándole de viaje.
• Un niño hiperactivo o que está aprendiendo nuevas cosas, como gatear, le provocará cierta excitación que le impedirá dormir.
• Las alergias, fiebres o dolores pueden ser causa de que el niño no pueda coger el sueño.

El insomnio infantil se puede dividir en tres tipos: si el trastorno dura de cuatro semanas a menos, se trata de un insomnio transitorio. De cuatro semanas a más, es un insomnio a corto plazo o subagudo. Pero si este problema se agrava de tres a seis meses ya estamos frente a un problema que puede considerarse crónico.

Hay que tener en cuenta que la frecuencia del insomnio influye en la calidad de vida de nuestro bebé. Hay insomnios leves que pueden ocurrir cuando el pequeño intenta coger el sueño. Los moderados que causan fatigas y los severos que, siendo de mayor intensidad, provocan irritabilidad.

La mejor técnica para vencer el insomnio de nuestro bebé es transmitirle seguridad. Leerle cuentos, hacerle un masaje para relajarlo, dejar que le acompañe su peluche e intenta que viva momentos de tensión, violentos o de mucha excitación. Elegir una adecuada alimentación, en estos casos, también es importante. El exceso de azúcar o los productos estimulantes pueden agravar su dificultad a la hora de dormir.

Vía | Cuidado Infantil

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