Infantilización de la adolescencia: 5 consecuencias en las familias
Las paradojas y contradicciones en el marco de la familia y la educación son constantes. Así como es posible llegar a tratar a un hijo como si fuese mayor de lo que es realmente, también existe la perspectiva opuesta: la infantilización de adolescentes y jóvenes que, a pesar de estar en un periodo diferente a la infancia, son sobreprotegidos por el entorno. ¿Qué consecuencias produce la infantilización de los adolescentes en el ámbito familiar?
1. Una visión distorsionada de la adolescencia (una etapa que es diferente a la infancia)
La perspectiva de una adolescencia idealizada muestra una imagen desdibujada de lo que implica realmente este periodo de transformación, aprendizaje y evolución. Y es que, aunque el adolescente todavía no es un adulto, tampoco es un niño. Sin embargo, cuando su entorno directo le infantiliza, le trata como si todavía estuviese en ese periodo vital.
2. Excesiva implicación familiar en cuestiones de las que el adolescente debe responsabilizarse de manera directa
La responsabilidad es un aprendizaje que conecta con tareas, objetivos y propósitos. Algunas responsabilidades pueden desbordar al adolescente, aquellas que no se adaptan a sus circunstancias o nivel de madurez. Sin embargo, cuando los padres infantilizan a un hijo adolescente, intervienen excesivamente en cuestiones que forman parte del ámbito de decisión del menor.
3. Impacto negativo en otras etapas posteriores a la adolescencia
Cuando la infancia parece prolongarse en el tiempo, hasta ocupar el espacio de la adolescencia, esta circunstancia afecta a otras etapas posteriores. Es decir, la sobreprotección del entorno interfiere en el ritmo con el que el hijo desarrolla capacidades y habilidades que le preparan para ir tomando nuevas decisiones de acuerdo a cada tapa vital.
4. Incrementar los conflictos entre padres e hijos adolescentes
Algunos padres se adentran en la adolescencia de sus hijos desde la preocupación o el temor por el cambio que implica el paso de la infancia a la adolescencia. Sin embargo, la negación de la realidad no evita el cambio en sí mismo. ¿Y qué ocurre cuando un hijo adolescente siente que es tratado como un niño? Puede sentirse limitado o condicionado. Y, esa perspectiva, incrementa los conflictos cotidianos en torno a cuestiones relacionadas con normas y límites.
5. Padres que permanecen estancados en el tiempo
El tiempo no solo propicia una evolución en los hijos adolescentes, sino también en padres que, cuando se adentran en esta etapa, afrontan nuevos desafíos. Sin embargo, la infantilización se transforma en una negación de la realidad del propio hijo. Eso hace que permanezcan estancados en la infancia de sus hijos al intentar prolongarla a través de un trato que está marcado por la sobreprotección. En consecuencia, la infantilización de la adolescencia puede derivar en la infantilización de otras etapas de la vida.
¿Qué opinas sobre la infantilización de la adolescencia y cómo puede afectar esta circunstancia a las familias en la actualidad?
Comentarios cerrados