La importancia de ir al podólogo

En la actualidad se estima que el 10 por ciento de las visitas al podólogo es realizada por los niños. Este número es realmente bajo más cuando se sabe que muchos de los problemas que sufren los jóvenes y adultos pueden prevenirse si se visita al profesional desde que son muy pequeños.

Recientemente ha tenido lugar el 43 Congreso de Podología en el que se dieron algunos puntos clave para que tengamos en cuenta para los pies de los más pequeños.

Es normal que veamos en las tiendas de moda diferentes modelos de zapatos y botitas para recién nacidos, y aunque parezcan muy bonitos los cierto es que el calzado en esa etapa de la vida no es necesario. Desde la Universidad Miguel Hernández de Elche, Roberto Pascual considera que: «En la etapa de gateo y pregateo, sólo sirve de protección frente al frío«. El punto clave se encuentra en la gran sensibilidad que tienen las plantas de los pies al nacer, una sensibilidad que en ocasiones supera la piel de las manos.

Cuando llaga el momento de elegir los primeros zapatos se aconseja que sean los más flexibles posibles, pero que contengan algún tipo de sujeción como el velero. A partir de ese momento lo ideal es adaptar el calzado de los pequeños a las diferentes actividades que vayan desarrollando. Con el paso del tiempo tienen que ir siendo menos flexibles. No es aconsejable el uso de botas ni calzado alto.

«Cuando se piensa en el calzado infantil, los padres tienden a pensar en modelos que le den estabilidad; pero es a la inversa. El pie tendrá estabilidad por sí solo, el zapato no puede suplir las funciones del pie«, además Pascual agrega que: «Lo normal es que los padres no detecten ningún signo de alerta hasta que el niño ya ha alcanzado una marcha más o menos estable, hacia los tres años, porque antes de esa edad es difícil«.

Vía | El Mundo
Foto | Flickr – Malglam

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