La importancia de los guantes
Ayer sucedió algo en mi casa, algo que pudo acabar en tragedia con la cara de mi hija marcada de por vida. Gracias a Dios todo quedó en un susto y en el aprendizaje de lo importante que usar guantes protectores en la cocina.
Era la hora del desayuno y mientras mi esposo y yo hablábamos sobre los quehaceres del día, mi hija jugaba en el suelo del salón (mi cocina es americana así que no hay separación entre las dos habitaciones).
Metí el café al microondas y al sacarlo, sorpresa, con el devenir de la conversación en vez de 20 segundos, lo había dejado dos minutos, así que el asa estaba tan caliente que mis manos no aguantaron y la solté. La taza se estalló contra el suelo y café se desparramó violentamente por toda la cocina. Tanto mi marido como yo saltamos por reflejo para no quemarnos, pero no así mi hija, que sin lugar a dudas estaba en la situación más vulnerable. Gracias al cielo, el café no la alcanzó. Unos pocos centímetros y la historia hubiera sido otra.
Las quemaduras por líquidos calientes son junto a las caídas, los accidentes más comunes en menores de edad. La cocina es un lugar especialmente peligroso y por ello, la fundación Michou y Mau, especializada en la atención de niños quemados, da unas pautas para prevenirlas. Son estas:
- Al cocinar, tener cerca un bote de bicarbonato de sodio para apagar cualquier llama que pueda aparecer.
- Usar guantes para coger cualquier instrumento suceptible de quemarnos.
- Cocinar en los fuegos que están más cerca de la pared y por lo tanto más alejados de nosotros
- Asegurar la puerta del horno para que los niños no la utilicen como escalera.
- Orientar los mangos de las sartenes hacia el interior de la estufa, para que si nuestros hijos se acercan no puedan echarse el contenido encima.
Y por último, la que más me llamó la atención:
- Los niños no deben jugar en la cocina, pero para casas con cocinas americanas en las que no hay separación con el salón, marcar un área de salpicado. Esto es, delimitar una zona de seguridad al rededor de los fuegos, el horno y el microondas de modo que si se cae un líquido caliente no llegue a nuestros hijos. Una baldosa, un mueble o una simple marca en el suelo, pueden servir de frontera.
Foto | Flickr-sergio.rivcam
Fuente | Manual de Prevención de Quemaduras de la Fundación Michou y Mau
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