Huelga de porteo: ¿Qué es y cuándo se produce?
El porteo propicia la conexión con el bebé, por ello, es una experiencia positiva que fortalece el apego. Pero en el proceso de crecimiento del bebé existen distintas etapas. Ciclos que se cierran y que reflejan una evolución continua. La huelga de porteo así lo pone de manifiesto.
El concepto hace referencia a aquel momento en el que el niño se muestra menos receptivo para ser porteado. Se encuentra en un periodo en el que tiene un mayor nivel de autonomía y movimiento en su interacción con el entorno. Por ejemplo, quizá ha empezado a gatear y quiere descubrir el mundo por medio de este aprendizaje. Una huelga de este tipo también puede producirse cuando el peque empieza a dar sus primeros pasos. Y, en consecuencia, prefiere caminar.
Periodos de crisis en el porteo
Y, en consecuencia, busca su propio espacio y se reafirma a sí mismo frente al otro. Eso no significa que esta experiencia haya llegado de forma definitiva a su fin, sino que la vivencia está condicionada por diferentes factores. Entre ellos, el deseo del propio niño. Quizá muestre rechazo en algún momento, mientras que en otros instantes de la jornada sí manifiesta esta necesidad porque está más cansado.
Las huelgas de porteo, en ocasiones, se convierten en pequeños puntos de inflexión que rompen con un hábito que se afianza como una costumbre feliz. Una pequeña crisis que puede llegar a su fin después de algunos días o tras varias semanas. ¿Cómo actuar en esa circunstancia? Es positivo validar las emociones del niño y acompañarle en su proceso de manera respetuosa. Es decir, observa su ritmo, sus tiempos y sus necesidades. Una crisis, en cualquier contexto, tiene principio y final. Y, además, da lugar a nuevos aprendizajes y oportunidades. Pero conviene puntualizar que, a veces, no se trata de una crisis sino del final definitivo del porteo como un ciclo que ya ha quedado atrás para dar paso a otras alternativas.
En ocasiones, la crisis irrumpe de forma repentina. El niño muestra su firmeza en el rechazo al portabebés. ¿Cómo saber si ese punto de inflexión es una crisis o el desenlace final? El tiempo te dará la respuesta.
Qué hacer cuando el porteo ha llegado a su fin
Los cambios que se producen en relación con el porteo están alineados con el crecimiento y la evolución del propio niño. Cambios que pueden llegar a despertar la nostalgia y la melancolía del pasado en los adultos. Quizá la persona necesite más tiempo para asimilar los cambios que ya se han materializado en la realidad.
Una huelga de porteo refleja un proceso totalmente natural en el que el niño quiere potenciar su autonomía como un ser diferente a los demás. El porteo no es un fin en sí mismo, sino un medio. Destaca por su versatilidad para adaptarse a circunstancias diferentes hasta la etapa final.
Comentarios cerrados