Horario de llegar a casa: cómo establecer la hora adecuada
Uno de los temas recurrentes en las negociaciones entre padres e hijos durante la adolescencia gira en torno a la hora indicada para llegar a casa. No todos los padres establecen un dato específico, sino que adoptan un margen más flexible. Un horario claro al respecto, por el contrario, puede ser muy positivo durante la adolescencia. ¿Quieres adoptar este enfoque, pero no sabes qué hora establecer a modo de límite? Existen diferentes factores a considerar.
1. Contexto: pueblo o ciudad
Es posible tener un horario límite para volver a casa en cualquier lugar, sin embargo, el contexto de la ciudad es distinto al entorno de un pueblo en el que la mayoría de los vecinos se conocen y las distancias entre diferentes barrios se reducen.
2. Horario de vuelta a casa de otros miembros del grupo
El horario de regreso a casa de otros amigos del grupo es una referencia. Y es que, siempre es aconsejable que el adolescente pueda volver a casa en compañía de otros amigos que viven cerca del lugar en el que se enmarca el domicilio.
3. Edad, madurez y responsabilidad
¿Qué otros aspectos puedes integrar en la decisión de concretar un horario determinado para volver a casa? La edad, el nivel de madurez o la responsabilidad de tu hijo. Por otra parte, en relación con la edad, puedes poner en perspectiva la hora de volver a casa desde un punto de vista más a largo plazo. Es decir, el horario puede ampliarse de forma gradual a lo largo de la adolescencia.
4. Hora de volver a casa: fines de semana concretos o fechas especiales
Es posible establecer una diferenciación entre aquellos viernes y sábados que se integran en la normalidad de la rutina cotidiana y otras fechas más señaladas que, por enmarcarse en una celebración, pueden convertirse en una razón para ampliar de algún modo el horario previsto. Por ejemplo, durante la celebración de las fiestas de Carnaval. En este caso, la ampliación del horario se alinea con un acontecimiento puntual que no se convierte en habitual, sino que el horario de referencia sigue siendo aquel que se integra en el hogar semana a semana.
5. Hora de volver a casa durante la adolescencia: búsqueda de acuerdos
Puedes confiar en tu propio criterio, tu visión sobre lo que es adecuado para tu hijo y tu experiencia para establecer un horario concreto. Sin embargo, más allá de fijar un horario inamovible desde el principio de la conversación, conviene ser un poco más flexible para tener en cuenta el punto de vista del adolescente. Es decir, es aconsejable negociar, pero siempre dentro de un límite de aquello que se considera adecuado para él.
Educar en la responsabilidad de volver a casa en el horario previsto, también implica inculcar el valor de la confianza en el hijo. Y es que, este puede retrasarse cinco o diez minutos por una razón concreta (también surgen imprevistos al respecto). Y, por otra parte, sería recomendable que este avise a sus padres si se produce cualquier incidencia.
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