Hogar: qué enseña a tu hijo la práctica del consumo responsable

Hogar: qué enseña a tu hijo la práctica del consumo responsable

Escrito por: Maite Nicuesa    29 agosto 2024    3 minutos

Los valores del consumo responsable educan a los niños en un hogar que no vive al ritmo del exceso y el materialismo

La práctica del consumo responsable, integrada de forma realista en el estilo de vida familiar, transmite un ejemplo valioso a los niños. El entorno de referencia se convierte en un espejo constante de acciones e iniciativas que los más pequeños imitan e incorporan en su contacto con el entorno. El consumo responsable es un valor que cala a largo plazo mediante la suma de gestos que tienen un significado propio: la sostenibilidad, el cuidado y el aprovechamiento de todo tipo de recursos proporciona un segundo uso o un largo periodo de vida a los recursos materiales.

De este modo, el consumo responsable puede aplicarse directamente a la protección de elementos que conectan con la infancia: juguetes, juegos, libros, material para hacer manualidades, muebles, ropa… Frente a valores centrados en la satisfacción de un deseo inmediato, la prisa o el corto plazo, un estilo de vida que promueve el consumo responsable en la familia produce frutos que generan un beneficio ambiental.


Que Ensena A Tu Hijo La Practica Habitual Del Consumo Responsable

Reciclaje, reparación, intercambio y segunda mano

Existen otras acciones, además de la compra, que facilitan el uso de recursos prácticos: el reciclaje, la reparación, el intercambio o el sector de la segunda mano ofrecen diferentes alternativas. Es decir, frente a la inercia de una secuencia centrada en usar y tirar, los productos materiales ofrecen otras posibilidades que educan en la mirada sostenible del entorno. De esta forma, el consumo responsable educa a los niños en el cuidado de lo que ya tienen.

Resiliencia frente al consumismo

Por otra parte, frente a la inercia de las compras basadas en decisiones precipitadas o impulsos, es un enfoque que promueve la reflexión y el razonamiento en torno al consumo. Cuando los padres ejercitan los valores del consumo responsable en su día a día, dotan a sus hijos de un modelo ético que puede ser clave para ir más allá de un entorno que ofrece tantos estímulos que se alinean con el consumismo.

El exceso de recursos, juguetes y obsequios materiales no produce una verdadera felicidad. Y es que, la perspectiva de un bien llega a relativizarse cuando se integra en un contexto de abundancia. El consumo responsable, por su parte, invita a una compra razonada que tiene en cuenta lo que conviene al niño en función de su etapa vital, su realidad y sus necesidades. Mientras que el consumismo deriva en una apariencia centrada en el tener, el consumo responsable se aleja de la acumulación.

Que Ensena A Los Ninos La Practica Del Consumo Responsable En Casa

Qué enseña a tu hijo el consumo responsable: el valor del ahorro

El exceso y la abundancia no se adaptan a todo tipo de presupuestos. Pero, además, una filosofía de vida que pone en el centro los bienes materiales puede derivar en la frustración, la baja autoestima, los vacíos emocionales y las comparaciones personales. El consumo responsable, que invita a gestionar los recursos de manera consciente, alimenta el ahorro. Es muy positivo promover un cuidado que no se limita a la satisfacción de las necesidades básicas. Pero también es recomendable no crear nuevas necesidades que son secundarias, superficiales o prescindibles durante la infancia.

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