Los hijos de parejas estables son más sanos
De vuelta a los estudios científicos que se hacen públicos cada día, hoy nos tropezamos con una investigación que dice que las parejas que tienen una relación estable, posteriormente, tienen hijos más saludables debido a su contacto, desde la barriga de mamá, con su padre biológico.
Es decir, que los niños que mientras se están gestando tienen por mamá a una mujer feliz que mantiene una relación de lo más estable con su pareja, son más sanos y nacen con más probabilidades de tener un mayor tamano que aquellos cuyas madres se pasan el embarazo crispadas con el papá de la criatura y, por ende, con la tensión por las nubes.
Este estudio, publicado en el diario británico Thelegraph, viene a señalar que la madre le transmite a su bebé esa inquietud y/o malestar que pueda estar viviendo al no tener una relación estable con el padre de su hijo. Incluso, aunque sólo se trate de inestabilidad pasajera que no sea percibida por la propia mujer como algo negativo.
La investigación sostiene que las mujeres que durmieron al menos seis meses consecutivos con el mismo hombre dieron a luz a bebés de más peso y más longitud. Por lo que concluyen los expertos que han participado en el estudio, la razón de esta transmisión de estabilidad a los bebés se encuentra en la exposición que han tenido esos niños a los espermatozoides del padre biológico, lo que les estimula el sistema inmunitario.
En este sentido, también constataron que esas mujeres que permanecieron más estables con sus parejas, además tuvieron la tensión menos elevada que sus contrarias. La explicación dada es similar a la anterior, ya que sugiere que el sistema inmunológico de esas mujeres estuvo expuesto a los antígenos que se encuentran en el esperma del padre.
O sea que si tenéis previsto quedaros embarazadas o ya lo estáis, tenéis que estar seguras de la pareja con la que vais a emprender este viaje para que durante el mismo no tengáis que alteraros por tratar de mantener una relación de lo más normal y, sobre todo, feliz… Todos esos sentimientos también se los estáis transmitiendo a vuestros hijos.
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