Los helados para los niños: algo más que una golosina (II)
Después de conocer los distintos tipos de helados de los que disponemos en el mercado, ahora vamos a ofreceros alguna información más que os servirá para decantaros por uno u otros a fin de ofrecerles lo mejor a vuestros niños. Por eso es muy importante saber distinguirlos y en ello irá el éxito de nuestra compra.
- Es importante que leas la etiqueta para conocer, por ejemplo, la proporción de grasa que nos ofrece. Los de grasa láctea suelen tener mejor textura y sabor que los de grasa vegetal, ya que estos últimos resultan más pastosos. Tienes que saber que cuanta más proporción de grasa contenga, más cremoso será y más fácil se descongelar.
- Para los de fruta ten en cuenta la definición ‘con fruta’ o ‘con sabor a fruta’, la diferencia, en cuanto a valor nutritivo, es considerable.
- Cuando optes por comprar los helados a granel también debes asegurarte de unos cuantos detalles. Los utensilios deben estar sumergidos en agua con una solución antiséptica, a fin de evitar bacterias y hongos. Además de los helados, los barquillos, galletas o bizcochos, deben estar guardados en recipientes herméticos.
Hay que tener en cuenta que los helados contienen leche, grasa y, en el caso de los ‘mantecados’, huevo, por lo tanto son un caldo de cultivo para los gérmenes. La ley es bastante severa en estos casos, por lo tanto, es muy difícil que se produzcan intoxicaciones en aquellos productos elaborados en industrias competentes. Sólo en el caso de helados artesanos o establecimientos de temporada, se pueden producir algún percance con la salud.
También debemos tener en cuenta que los helados fabricados con grasa vegetal son peores, para la salud, que aquellos fabricados con grasa láctea. Estos helados poseen una alta proporción de ácidos grasos saturados, lo que aumenta el ‘colesterol malo’.
Vía | Con mis hijos
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