Hasta para ser madre va a hacer falta tener carné
A colación del estupendo post de mi compañera Leticia sobre los medicamentos opiáceos, me hago varias reflexiones pero sobre todo una. ¿Cómo es posible no poder controlar con mayor eficacia determinadas acciones de las madres embarazadas?
Me hago eco ahora del recuerdo de un post sobre lo negativo de los controles prenatales para decidir si seguir adelante con un embarazo o no. Realmente, existen situaciones muy delicadas en las que se antoja obligatoria esta decisión. Y una de ellas es la irresponsabilidad de algunas futuras madres en relación a sus propios hijos.
Por un lado, me resulta incomprensible como una madre es capaz de poner en peligro su propia vida y la de su bebé con la automedicación de sustancias altamente peligrosas que pueden causar incluso la muerte. ¿Es egoísmo o, simplemente, falta de información? ¿O quizás los profesionales no pueden controlar tanto como deberían?
No entiendo como no es posible detectar ciertos hábitos de las embarazadas en la medicación. Como no se puede evitar el entorpecer la buena salud del bebé con el tratamiento adecuado. Seguramente habrá ocasiones en las que los profesionales no tengan culpa de este hecho, pero sí que habrá circunstancias en las que puedan intervenir de manera más directa y no lo hacen.
Quizás estemos en un punto en este complicado mundo en el que tengamos que regular con algún decreto ley el tener o no tener hijos. Quizás las leyes debieran ser algo más severas en ese aspecto. El posibilitar dar a luz a una criatura para entregarla a un camino sin un horizonte muy esperanzador no puede ser algo que se haga como el tomar un vaso de agua. Al final, no sólo para poder conducir un coche o viajar a un país extranjero hará falta documentación. Realmente, hasta para ser madre va a hacer falta tener un documento que lo acredite.
Foto | sxc-hamletnc