Halloween 2015: cake pops que dan… ¿miedo?
Como sabéis, ya estamos calentando motores para la celebración de Halloween, y no, no penséis que es demasiado pronto, puesto que tan solo faltan 20 días; y según el disfraz o la cena que queráis preparar, vais a necesitarlos para salir airosos.
Os presento estos cake pops, que están “de miedo” para que los amiguitos de vuestros hijos disfruten comiéndolos, o para que los regaléis a esos vecinos que pasarán a por su ración de dulce en la noche de los muertos. El cake pop es un dulce que se puso de moda hará cosa de 3 o 4 años, y pese a su aspecto no son difíciles, solo necesitaréis una tarde entera, mucha paciencia, y todo lo que os cuento ahora mismo:
Veréis que el aspecto difiere entre la foto de la portada y la que veis más abajo, en la segunda se ha utilizado fondant y eso permite realizar más de una forma “monstruosa”, como nos explica Noemí desde el enlace a My Taste al pie de la entrada
¿Cómo hacemos los cake pops?
Para mi, son incluso más fáciles que las cup cakes, y por supuesto que unas galletitas glaseadas… cuando me meto en papel de repostera lo doy todo, pero soy muy clásica, así que suelo probar las técnicas más innovadoras para después olvidarme de ellas, no me ocurre con estas bolitas recubiertas y ensartadas, que tan buen aspecto tienen.
Para probar, necesitas:
- 300 gramos de bizcocho (opcionalmente puede ser bizcocho de chocolate).
- 150 gramos de quso mascarpone, o queso de untar sin mucha sal y sin sabores añadidos (finas hierbas, tomate, queso azul, etc.).
- Palitos de sujeción: pueden ser brochetas de madera, pero también los que encontrarás en grandes superficies, ferreterías o tiendas especializadas en repostería.
- Chocolate de repostería negro y blanco.
- Fideos o bolitas de chocolate y cereal para los ojos.
- Pincel de repostería (opcionalmente lápiz de repostería).
- Fondant (no es necesario que lo hagas, porque algunas marcas ya lo venden listo para usar).
Preparación de los cake pops
Lo más difícil (y no es tanto) resulta ser la decoración, pero la base del postre es tan sencilla como desmigajar el bizcocho, mezclado con el queso, amasar bien con manos limpias y conseguir una masa moldeable. ¿Que queda reseca? añade un poco de queso; y si por el contrario consideras que está demasiado jugosa, pon un poco más de bizcocho en el bol de mezclas. Mientras tanto pon el chocolate a fundir.
Una vez adquirida la consistencia necesaria vas dando forma a las bolas, de tamaño de un albaricoque pequeño, más o menos, y las reservas sobre papel de cocina colocado en una bandeja. Ahora puedes ir mojando los palitos en chocolate negro fundido e introduciéndolos con cuidado dentro de las bolitas de bizcocho, déjalo secar.
Fantasmas, momias y calaveras
Una vez que el chocolate haya secado y la bola queda pegada al palito, puedes ir poniéndolos con cuidado en un recipiente vertical, procurando que no queden amontonados. Para conseguir el efecto de la primera foto solo debes bañar las bolas en chocolate fundido blanco o negro, dejarlas en la nevera y después dibujar con el color contrario ojos y boca, valiéndote del lápiz repostero o de un pincel. También puedes valerte de fideos o bolitas de chocolate para las caras, empujándolos suavemente cuando el chocolate fundido no esté del todo seco.
Pero Noemí, desde My Taste nos reserva la sorpresa que veis un poco más arriba, un acabado perfecto, para el cual se ha valido de fondant, cubriendo las bolas y dando forma a su fantasía monstruosa. Explica que para conseguir el fantasma y la calavera, ha cortado círculos (lo puedes hacer con cortapastas, o con la boca de un vaso,…); una vez “vestido el cake pop” se le puede dar forma con los dedos. La momia es más fácil, porque está cubierta de tiras de fondant.
Ojos y bocas se dibujan como en la primera opción
Me queda animaros porque seguro que resultarán perfectos, y riquísimos, y si tenéis miedo, empezad a probar, porque aunque hoy os queden feos estarán muy buenos, y servirá de entrenamiento para el gran día.
Que paséis un dulce Halloween.
Vía | My Taste
Fotos | Flickr-Kathrin-Thuy OTTO, My taste
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