Gorditos (I)
Para que no tengamos un niño más gordito de lo normal debemos brindarle una buena alimentación y actividad física, ésa es la clave para no aumentar de peso. Que en esta época veamos más chicos gorditos normal se debe a que han cambiado los hábitos de alimentación y los chicos ya no hacen tanto ejercicio. Ante esta solución preocupante hay que buscar soluciones.
Cuando un niño está gordito hay que determinar si tiene obesidad o simplemente sobrepeso (lo que los médicos consideran obesidad leve). La obesidad como tal se produce cuando el chico come más calorías al día de las que necesita, teniendo en cuenta el ejercicio físico que realiza.
Al igual que con los adultos, los pediatras usan el índice de masa corporal para saber cuándo el niño está más gordito de lo que se espera: se divide su peso en kilos por su altura en metros cuadrados. Hay que tener en cuenta la altura y el entorno de la cintura, éste último indica en forma más precisa la acumulación de grasa.
Los datos varían si se trata de varones o de nenas, así que, ante la duda, lo mejor es ir al pediatra para que nos diga exactamente en qué situación se encuentra y qué podemos hacer para ayudarlo.
Una vez que confirmamos que el chico tiene sobrepeso, hay que averiguar si los kilos de deben a una mala alimentación o el origen es su malestar con el entorno (padres, maestras, amigos, hermanos) Lo más habitual es que la causa sea una alimentación inadecuada, que se puede corregir fácilmente con una dieta.
Vía | Ser Padres Hoy
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