Gestos para enseñar a hablar a los bebés
Nuestros niños aprenden a comunicarse mucho antes que a hablar. Por eso, no sólo necesitan de la palabra si no, también, del gesto que acompañe su significado.
Poco nos podríamos imaginar, los que estamos acostumbrados a hacer aspavientos con cada una de nuestras palabras, que esos guiños cotidianos iban a ser un método, casi infalible, para ayudar a nuestro bebé a desarrollar su capacidad lingüística.
Según un reciente estudio de la universidad de chicago, los bebés que son estimulados con gestos, además de con palabras, aprenden mucho antes a comunicarse verbalmente. Tienen una mayor variedad léxica, así como una capacidad, casi innata, de asimilar una sintaxis correcta y más compleja.
Unida a todas estas habilidades gratuitas y educacionales, está el factor económico. Según estos mismos científicos los bebés nacidos en familias con un nivel socio-económico medio-alto, poseen una mayor capacidad lingüística. Esto es debido a que, durante sus primeros años, la lectura ha sido una parte relevante en su desarrollo cotidiano.
Evidentemente no se trata de convertirnos en especialistas mímicos o profesionales de la pantomima. Si a nuestro retoño le acompañamos la palabra con el gesto que lo complemente, es posible que consigamos oradores o rapsodas, futuros Premio Nobel o actores que nos lleven al universo de las estrellas. Aunque lo más probable es que sólo consigamos ciudadanos respetuosos, informados y capaces de defender sus propios derechos. Eso ya debería ser bastante.
Vía | Univisión
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Un artículo excelente.
Ya sería bastante… Pongámonos a ello.
Brillante artículo esclarecedor para las mamas de hoy en día.
Felicidades
Gabriela
Joaquín: gracias.
Sam: es cierto que en muchas ocasiones anteponemos una educación «estrictamente cerebral» ante la emocional, en mi opinión más importante para el desarrollo de nuestros hijos.
Gabriela: gracias también, siempre es un alivio saber que tus palabras llegan a algún hermoso lugar.
Felicidades.
Creo que a parte de toda la educación obligatoria, el bebe se va haciendo mayor absorbiendo la tranquilidad o la tensión existente en el hogar entre los miembros de la familia. Que el bebé no pague los platos rotos de los papas, y que no nade en la abundancia, desarrollan más el cerebro y la inteligencia cuando hay que «buscarse la vida» que cuando te lo dan todo hecho.
Duende: pues de eso se trata, de intentar hacer de nuestros bebés unos adultos felices y capaces de defenderse en la vida. Un abrazo y bienvenido seas siempre.