Gafas de sol para niños

Cuando le regalaron a mi niña con sólo un año y medio sus primeras gafas de sol, pensé que no querría ponérselas, que le incordiarían e intentaría quitárselas. Sin embargo ocurrió todo lo contrario, le encantan sus gafas y es quien las pide en cuanto ve un rayo de sol. No son un capricho, se trata de cuidar la salud ocular de nuestros bebés. Hay que tener en cuenta que su cristalino es casi transparente hasta los 10 años aproximadamente y que absorbe toda la radiación. Los pediatras avisan que la exposición prolongada a los rayos solares sin protección, puede causar problemas oculares que, a la larga, podrían derivar en pérdida de visión, cataratas o degeneración macular.

Además de las gafas de sol, los especialistas recomiedan que el niño lleve una gorra con visera para proteger los ojos lo máximo posible. No debemos dejarnos llevar sólo por el diseño o la marca de las gafas. Lo más importante es que las lentes tengan un filtro entre el 99 y el 100 por ciento frente a los rayos UVA y UVB. Además tendrían que eliminar entre el 75 y el 90 por ciento de la luz visible.

Otras recomendaciones, que por cierto también son aplicables a las gafas de sol de adultos, son:

• Utilizar gafas con protección UV incluso en días nublados y en el invierno
• Asegúrese que sus gafas de sol coinciden a la perfección en cuanto a color y están libres de distorsiones o imperfecciones.
• Seleccionar lentes de color gris porque reducen la intensidad de la luz sin alterar el color de los objetos, lo que permite una visión del color mucho más natural.
• Hacerse exámenes oculares regulares para monitorizar la salud ocular, mantener buena visión y mantenerse al día con lo último en protección UV.

Las gafas deben llevar el sello de la CE y el nivel de protección que ofrecen. Teniendo en cuenta estas recomendaciones, hay infinidad de modelos entre los que elegir las gafas de sol de los pequeños de la casa. Puedes encontrarlas de las marcas más exclusivas, de sus personajes favoritos o simplemente de distintos colores y formas. Es importante que el niño se sienta cómodo con ellas y que sean adecuadas para su edad. Son muy flexibles y difíciles de romper para evitar accidentes.

Vía | Lukor
Más información | Consumer
Foto | Smh

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