Fiesta de cumpleaños en casa para niños de 7 a 12 años

Fiesta de cumpleaños en casa para niños de 7 a 12 años

Escrito por: Sacra    30 diciembre 2009    2 minutos

Hace unos días hablábamos de como organizar una fiesta de cumpleaños en casa para niños de 3 a 6 años, pues bien, hoy vamos a subir un escalón más y vamos a hablaros de como hacerlo con niños algo mayorcitos, aquellos que se encuentran entre los 7 y los 12 años.

A estas edades hacerlo en casa supone un gran riesgo, sobre todo porque ellos ya son totalmente conscientes de lo que supone ser el protagonista de una fiesta y ya se sienten totalmente responsables de la diversión que ofrecen a sus amigos. Lo ideal sería disponer de una casa amplia y con jardín para que puedan disfrutar al aire libre de espacio y juegos. Pero como no siempre es así, vamos a intentar adecuarnos y ofrecer un bonito recuerdo a nuestro niño.

Es muy importante que participen en los preparativos. Lo primero es animarles a realizar ellos mismos las tarjetas de invitación, también pueden hacerlo con la decoración de la casa o invitarle a que realice coronas de cartulina con los nombres de todos sus invitados a la fiesta. Y algo que no puede faltar, por supuesto, es su ayuda en la cocina, intentando elaborar un menú especial para sus amigos que vayan en consonancia con la diversión que queremos ofrecerles.

Pero una vez devorada la merienda, a fin de que los niños no se aburran, tendrás que organizarles algunas actividades. Lo mejor es realizar una gymkana de juegos: concurso de disfraces (con algunos elementos que les aportes: ropa vieja, sombreros, algo de maquillaje…); juegos de misterio donde hay un objeto escondido y se les ofrecen pistas para encontrarlo; concurso de hacer collares con palomitas, macarrones, etcétera. Eso sí, el ganador tendrá un premio que, previamente, habremos fabricado con nuestro niño: medallas de cartulina, trofeos de cartón, unas chuches…

Si es verano y disponemos de una zona al aire libre siempre podemos organizar juegos deportivos, carreras de sacos o chapuzones en la piscina. Y si disponemos de una economía, más o menos, desahogada, después de la merienda podemos llevarlos a jugar a los bolos, a un minigolf u organizar una fiesta en el parque con las bicicletas.

Vía | Con mis Hijos

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