Fichas de lectura: cómo escribir una opinión sobre un libro
La ficha de lectura es un recurso muy útil para profundizar en una obra. Por ello, es un buen complemento de la experiencia lectora puesto que permite hacer un registro de los libros e historias infantiles que el niño ha disfrutado. Uno de los apartados que forma parte de una ficha de lectura es el que muestra una opinión final, una última valoración o un comentario más personal sobre el libro. ¿Cómo puedes ayudar a tu hijo a escribir una opinión en una ficha de lectura?
1. La valoración final, a modo de síntesis, tiene que ser breve
Esta valoración puede enriquecer desde una perspectiva más subjetiva el resumen de la ficha. Es un apartado que tiene un tono distinto. La opinión posee un carácter más subjetivo.
2. Mencionar los aspectos más positivos e interesantes sobre el libro
La valoración personal puede hacer alusión a algún aspecto que destaca de forma positiva en la historia desde la perspectiva del lector. Por ello, para facilitar la escritura de la opinión final, puedes orientar a tu hijo con preguntas que le ayuden a poner luz en la historia.
3. Qué te ha gustado y por qué
Una valoración personal, como hemos mencionado, posee el valor de la subjetividad y la interpretación única de cada lector. Este apartado está específicamente diseñado para que el niño indique qué es lo que más le ha gustado. Aunque para que la valoración sea más completa es recomendable justificar el motivo de la respuesta.
4. Es importante que el niño utilice sus propias palabras
Una ficha de lectura es un recurso que puede adaptarse a diferentes edades. La valoración final es un apartado muy rico e interesante. Sin embargo, su estructura puede ser muy sencilla durante la infancia. Lo importante es que el niño fomente su sentido crítico a través de la reflexión de distintas lecturas. Pero es fundamental que el contenido sea un reflejo de sus propias palabras y forma de argumentar.
5. A quién recomendarías la obra y por qué razón
La opinión personal puede tener diferentes enfoques. Es posible recurrir a la referencia de un interlocutor que de forma simbólica participa como espectador en la conversación sobre la obra. Es decir, el niño puede escribir su opinión sobre la historia tomando como referencia la perspectiva indicada en el número 5: ¿A quién recomendarías el libro y por qué motivo?
6. La opinión final puede ser positiva o negativa
Aunque es habitual vincular la lectura con una experiencia positiva, la subjetividad que acompaña al proceso hace que no todas las historias dejen una huella que perdura de forma agradable en el recuerdo. Es decir, también es posible sentir aburrimiento durante la lectura. En otros casos, la valoración final puede presentar una síntesis de aspectos positivos y otros menos agradables. En cualquier caso, como padre o madre, respeta el punto de vista de tu hijo cuando escribe su última reflexión sobre la obra. Sus opiniones también reflejan sus preferencias de lectura.
La lectura de libros, cuentos y poemas es una excelente compañía durante los veranos de la infancia. Escribir una ficha es un ejercicio que enriquece el punto de vista sobre la obra y se convierte en un recuerdo mediante el registro de los datos más relevantes de cada propuesta.
Comentarios cerrados