Fetoscopia: nueva técnica para operar la espina bífida en el vientre materno
La espina bífida sigue siendo uno de los graves problemas a los que se puede enfrentar el bebé en su desarrollo en el vientre materno. Se trata de un defecto a la hora de cerrarse el tubo neural en el momento en el que se cierran las vértebras. Este proceso se realiza durante la gestación y es por ello que no siempre es detectado con precisión. Gracias a diversas técnicas quirúrgicas, se ha conseguido poder solucionarlo antes del nacimiento, lo que supone una garantía de que nuestro niño nacerá, prácticamente, sin ninguna secuela.
A partir de hace algunos años se está logrando poder corregir ciertos problemas médicos desde el mismo vientre materno, uno de ellos el de la espina bífida. Y aunque se extreman los cuidados, y en la mayoría de casos no supone mayor riesgo, es cierto que este tipo de pruebas y cirugía contienen un índice importante de peligrosidad, tanto para la madre como para el bebé. Algo que se ha conseguido reducir gracias a una nueva técnica: la fetoscopia.
La fetoscopia es esta técnica novedosa que han desarrollado los científicos del Hospital Vall D’Hebron en Barcelona. Se trata de una variante de la clásica endoscopia en la que se realizan dos pequeños orificios para acceder al útero de la madre y, de este modo, corregir la espina bífida del bebé. Las pacientes que se han sometido a esta nueva intervención, estaban de 20 semanas de gestación y, a diferencia de aquellas otras que se sometían a las técnicas anteriores, los bebés nacieron en su fecha, lo que elimina el riesgo de nacer prematuramente que tienen los otros tipos de cirugía.
Una vez se ha accedido al útero mediante esta técnica, los cirujanos aplicaban el «Patch and Glue», un parche especial con el que sellar el problema medular del bebé. De esta forma han logrado reducir las secuelas de la enfermedad y disminuir las malformaciones que acarrea.
Además de la espina bífida, esta intervención quirúrgica, también podrá utilizarse en otros problemas serios de desarrollo como la hidrocefalia, malformación de Chiari u otros problemas locomotores.
Vía | La Gaceta
Foto | Luis Alexander