Familias con niños: ¿Qué son los límites saludables en casa?

El hogar familiar simboliza un entorno de referencia, arraigo e intimidad. Es un espacio compartido en común. En consecuencia, para buscar el equilibrio y la armonía entre el bien compartido y el desarrollo individual de cada uno es recomendable establecer límites saludables. Límites que tienen una razón de ser y un sentido constructivo en el entorno en el que se aplican. Son pautas que favorecen el bienestar, el cuidado, el respeto y la atención a las necesidades individuales.

Aprender a establecer límites asertivos en la relaciones familiares es uno de los aprendizajes más difíciles, incluso, para muchos adultos. De hecho, decir no con libertad, a partir de la coherencia con el propio criterio personal, puede ser un reto, un desafío o un objetivo a conquistar. Por esta razón, los límites saludables son herramientas que, por medio de su aplicación en la convivencia, fortalecen al grupo familiar y nutren la felicidad de padres e hijos de forma individual.

Los límites saludables tienen en cuenta las necesidades de cada uno y del grupo en su conjunto

La libertad en el marco de la vida familiar y la convivencia no implica hacer lo que le apetece a cada uno en cada momento sin tener en cuenta a los demás. Es decir, los límites saludables muestran la conexión que existe entre la perspectiva individual y la alteridad que se integran en el nosotros. Mientras que la falta de límites puede multiplicar los conflictos, las discusiones y el desencanto en la vida familiar, los límites saludables crean un soporte claro que se enmarca en la base del hogar. De este modo, promueven el diálogo, la empatía, la resolución de conflictos, el orden…

¿Cuántas situaciones de la vida familiar producen consecuencias no deseadas por haber superado durante mucho tiempo los límites establecidos?

Es decir, el verdadero propósito de un límite es ponerlo en práctica. Los límites saludables son aquellos que en el momento en el que se utilizan favorecen el bienestar emocional.

Como mencionamos, no es una herramienta abstracta o puramente teórica, sino un recurso que se orienta hacia una dirección específica con una intención positiva. Por esta razón, si se produce un cambio en las circunstancias familiares, en la etapa que atraviesan sus protagonistas o en las necesidades del hogar, quizá sea necesario modificar y actualizar algunos límites. Existen situaciones no deseadas cuyas consecuencias producen un efecto acumulativo a nivel interno. Es decir, generan un desgaste que debilita la paciencia, la autoestima y la energía positiva. Así sucede cuando se sobrepasan los límites más importantes.

Es importante enseñar a los niños que pueden protegerse a sí mismos a través de límites saludables. Por ello, el ejemplo del propio hogar puede convertirse en una referencia de lo que implica el respeto que cada ser humano merece. Además, los límites saludables no se enmarcan únicamente en casa, sino que se extienden desde un punto de vista pedagógico a la escuela.

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