Fajas para embarazadas ¿son necesarias?
Es bastante habitual que durante el embarazo sintamos dolores en la espalda, especialmente cuando el bebé va creciendo y buscando más espacio en nuestra barriga, está puede llegar a tener un importante volumen y, por lo tanto, aumentar el peso. Perdemos el sentido de la gravedad y nuestro cuerpo tiende a lanzarse hacia adelante. En esos momentos puede que nuestro ginecólogo nos recomiende el uso de una faja, eso sí, siempre aquella que ha sido realizada para este fin.
Pero son otros los beneficios que podemos encontrar en el uso de esta prenda: aumenta el flujo sanguíneo, reduce la inflamación, mantiene tonificados los músculos y tejidos y evita dolores en la pelvis, especialmente cuando el niño se va moviendo y haciéndose hueco.
Será alrededor de la semana 25 cuando tu ginecólogo te la recomiende si lo cree necesario. Como ya hemos dicho, es tu médico el que debe darte el visto bueno sobre el uso de esta prenda ya que, en algunos casos, puede resultar contraproducente, provocando problemas, tanto en el desarrollo del bebé como en tu propia salud. Suele ser bastante habitual que, especialmente en estos periodos y cuando somos primerizas, nos dejemos llevar por consejos que nos vengan de familiares o amigos, algo que no es nada recomendable, especialmente porque cada cuerpo y embarazo es distinto.
De todos modos, si tu ginecólogo te la recomienda, debes tener en cuenta algunos aspectos muy importantes: la faja no te sirve para moldear la figura, por lo que ante cualquier señal de alarma debes desprenderte de ella o revisar si la llevas demasiado ajustada. A menudo nos puede provocar mareos que vienen de problemas circulatorios. Cada etapa necesita su faja especial y, muy importante, revisar que los tejidos sean naturales o que permitan la transpiración, piensa que es una época donde tu piel se encuentra especialmente sensible.
Vía | Nuestros hijos
Foto | Pequebebes