El factor fastidio en la publicidad infantil
Seguro que los padres que tienen que sufrir las rabietas de un niño coincidirán conmigo en que utilizarlas para vender es inmoral. Provocar al niño es, según los expertos, una técnica casi infalible de marketing. Lo llaman nag factor, factor incordio o factor fastidio. Se utiliza sobre todo en productos que los padres no comprarían como la comida poco nutritiva o basura.
Un anuncio bien elaborado consigue manipular la esfera emocional del niño, sus sueños y sus deseos. Consiguen también que crea que el adulto que se lo niega es el enemigo y que luchen con todas sus fuerzas para conseguir lo que quieren. Así el niño comienza con el «fastidio», insistir hasta el aburrimiento de sus padres. Resisitir una rabieta es muy dificil, si además está respaldada por la publicidad, que le anima a hacerlo, peor aún.
Una investigación realizada en la Facultad de salud pública Bloomberg de la Johns Hopkins en Baltimore y publicada en Journal of Children and Media ha analizado la relación entre la publicidad y las rabietas. Culpan a los personajes animados como auténticos inductores del deseo en el niño.
El 70 por ciento de las madres reconoció haber cedido alguna vez a la rabieta, lo que es un error según explica Rahil Briggs, directora del Programa Healthy Steps en el Centro Médico Montefiore en la ciudad de Nueva York: «Imagínese que usted y su hijo caminan por la calle, y todo lo que el niño desea está el otro lado de una valla de madera. Su hijo intentará mover todas las tablas, a ver si una cede. Si una de las tablas cede, usted acaba de asegurar que estará empujando la valla durante los próximos seis meses. Y algunos niños están muy motivados». Añade que darse por vencido, «refuerza una conducta muy desafortunada, y su hijo lo hará en todas partes, no solo en la tienda».
Briggs aconseja, «Si puede permanecer firme, cumplir con lo dicho y mantenerse coherente, la conducta fastidiosa de su hijo se reducirá, en todos los niños excepto los más persistentes. Los niños son listos. Dejan de hacer las cosas que no funcionan, y adaptan su conducta».
Otras estrategias que recomiendan es no llevar al niño al supermercado, o no hacerlo pasar por los lineales que le tientan y negociar con él. Proponen que se le ofrezcan dos opciones que gusten a los padres para que el niño sienta que tiene libertad de elegir, pero entre cosas sanas.
Le deseo a cada uno de los publicistas que incitan a las rabietas que tengan un niño la mitad de persistente que la mía. Seguro que se les terminaban las ganas de jugar con las mentes infantiles.
Foto | Mauricio Gochez’s Blog
Más información | Healthfinder
2 comentarios
Esta clase de comerciales otorga a los niños un poder de manipulacion al cual los padres no deberiamos ceder, pero el cansancio, otras preocupaciones y el evitar conflicto hace que muchas veces caigamos en el juego
Es bueno que los niños entiendan lo que es el «NO»
Marcela, totalmente de acuerdo. Gracias por dejarnos tu opinión. Un saludo