La exposición a contaminación en horario escolar afecta al desarrollo cognitivo
De un tiempo a esta parte venimos escuchando y leyendo sobre los “trayectos escolares”, que son ni más ni menos que recorridos por los que transitan los niños que se desplazan hasta el colegio, y tras acabar las clases hasta su casa. Dado el alto porcentaje de niños españoles que no van solos nunca a la escuela (70 por ciento), se vienen incentivando iniciativas que van desde señalización, hasta aplicaciones para dispositivos móviles, pasando por la implicación de la comunidad.
Para que un trayecto escolar sea seguro deben coexistir concienciación y accesos seguros (y vigilados) al colegio. Ahora bien la seguridad también la podemos entender en términos de salud. Y digo esto porque los niños que están más cerca de los coches durante los viajes a la escuela, reciben mayores niveles de exposición a la contaminación del aire.
Esto que a priori resulta lógico, ha sido monitorizado por el Centro de Investigación en Epidemiología Ambiental (CREAL), mediante una aplicación innovadora para smartphones que por el momento sólo está siendo utilizada para investigaciones. El doctor Mark Nieuwenhuijsen, es jefe del programa de contaminación atmosférica del CREAL, y afirma que cuando los niños están en la escuela durante el día, la exposición a contaminación es más elevada que cuando están en casa.
La explicación más plausible es que hay más tráfico en las zonas escolares durante el día, que por la tarde / noche en casa
La relación de los contaminantes atmosféricos con el desarrollo cognitivo
De una investigación publicada por el proyecto europeo Breathe, se concluye que los niños que van a escuelas altamente contaminadas, tienen un menor crecimiento del desarrollo cognitivo, frente a otros que asisten a colegios en zonas de poca contaminación por tráfico. Es un tema que habíamos introducido hace unos meses.
Resulta que muchos centros educativos se sitúan próximos a las calles más transitadas, y los picos de contaminación del aire durante el horario escolar. A esto podemos añadir que la inhalación de partículas procedentes del motor de escape y motor diesel, provoca la expresión elevada de citoquinas, así como estrés oxidativo en el cerebro; siendo causa también un comportamiento animal alterado.
A título informativo, aclararé que las citoquinas son grupos de proteínas de bajo peso molecular, que facilitan interacciones complejas entre células.
Menor crecimiento en la memoria de trabajo
Probablemente lo sepáis, pero anteriormente ya se había relacionado la exposición al aire contaminado que provoca el tráfico, con el embarazo y la lactancia. El estudio que os menciono más arriba, no duda en señalar esta contaminación a la que están expuestos los niños con respuestas inflamatorias que afectan a funciones ejecutivas como la memoria de trabajo (sirve para almacenar y manipular la información) y la atención.
Dado que la contaminación podría tener consecuencias en el rendimiento escolar y mal comportamiento, cabría preguntarnos si no deberían tomarse medidas en las ciudades respecto al tráfico, especialmente en los alrededores de las escuelas. Hasta dónde sé, los niños no se pueden proteger solos de estos efectos, por lo tanto – y atendiendo a su vulnerabilidad – sería deseable que por parte de quien corresponda fueran revisados el urbanismo y los planes de regulación de tráfico.
El estudio se ha desarrollado entre enero de 2012 y marzo de 2013, y en él han participado 2.897 niños de 7 a 10 años procedentes de 39 escuelas de Barcelona y San Cugat, todos expuestos a contaminación del aire por tráfico de alta y media intensidad; está publicado en PLOS Medicine.
Vía | CREAL
Fotos | Flickr-woodleywonderworks, Flickr-Barrett.Discovery