Evita ser un padre cursi
Te daremos algunos consejos para que no cometas el error de convertirte en un padre ñoño. El nacimiento de un hijo revoluciona toda la parte afectiva, tanto de la madre como del padre, en ocasiones generando que los progenitores no se lleguen a reconocer a sí mismos.
Para esos padres que suelen verse haciendo gestos extraños y graciosos se ha escrito un libro cuyo título nos dice todo “Padres no ñoños” cuyo autor es Ata Arrópide. En él nos hemos inspirado para escribirte algunos consejos para que pongas los pies en el suelo.
Los padres deben prepararse para un cambio fundamental de su realidad. Si quieres hacer muecas con tu pequeño o hablar en falsete puedes hacerlo, después de todo es tu hijo y tienes derecho a ser feliz.
No debes dejarte llevar por las necesidades del mercado. Normalmente los padres compramos miles de peluches de tamaños colosales que terminarán arrumbados en un rincón de la casa sin ninguna utilidad, solo juntando tierra. Los niños necesitan de pañales, tetinas, esterilizadores, sillitas pero el mercado está lleno de productos que difícilmente cumplan una función útil. Compra lo que te dicte la conciencia, la economía y el cerebro, pero no te dejes influir por las propuestas insólitas de un mercado que crece y crece día a día.
Otro consejo es que no vuelvas el tema de tu hijo el único aceptado en una reunión. Sabemos que hablar de tu pequeño te llenará de orgullo y alegría, pero que se vuelva el único tema de conversación puede ser tedioso para tu interlocutor.
Vía | ABC
Foto | Flickr – Grump Wolf