La esquizofrenia también la padecen los niños
Según los datos que manejan las organizaciones sanitarias, un 1 por ciento de la población padece esquizofrenia, un trastorno mental muy grave que conlleva una gran cantidad de sufrimiento para el que la padece pero, también, para la familia. Aunque no suele manifestarse antes de los 6 años y, en la mayoría de casos, se puede confundir con signos propios de la infancia, alucinaciones, fantasía, imaginación, o esos otros rasgos comunes en niños, completamente sanos, pero con grandes dosis de creatividad.
En muchos de los casos la causa suele ser genética, por eso debemos estar especialmente atentos si existe algún familiar cercano que ya la padezca, pero en otros también puede producirse por distintos problemas durante el embarazo, que han provocado un desarrollo anormal en el cerebro. Ante la menor duda o cualquier síntoma que nos pueda alertar de que existiera un problema de esquizofrenia lo mejor es acudir al especialista cuanto antes.
¿Qué síntomas aparecen en los niños esquizofrénicos?
Las señales que aparecen suelen variar entre unos y otros, pero sin duda, la más llamativa y más frecuente son las alucinaciones, sobre todo las auditivas. Oirán voces que les empujan a realizar actos peligrosos o poco convenientes, estas voces le infundirán miedo, entrando en pánico constante ante la sensación de que los persiguen sin tregua ni descanso. De esta forma serán incapaces de pensar con claridad, sin poder discernir entre el bien y el mal, o la fantasía y la realidad, entrando en un bucle de pensamientos confusos y disparatados.
Otro de los síntomas que suele ser muy frecuente en estos niños es el abandono de sus tareas diarias, especialmente las relacionadas con la higiene. Dejan de lavarse los dientes, por ejemplo, y en algunos casos hasta olvidan comer, quedando totalmente absortos, casi en un estado catatónico, que les impide llevar un ritmo «normal» de vida.
Otras señales, muy habituales, son los cambios bruscos de humor, o la negativa a acatar órdenes. Suelen aislarse del resto, resultando ser muy complicada la convivencia con ellos.
El psiquiatra y la aceptación, la única solución al problema
La esquizofrenia no tiene cura y es un problema mental grave que nos va acompañar durante el resto de la vida, así que la única solución está en aceptarla cuanto antes.
En el momento podemos tener sospecha que nuestro niño puede tener esquizofrenia, lo mejor es acudir al pediatra que sabrá valorar la situación, ante cualquier indicio el siguiente paso será el psiquiatra. La psiquiatría no tiene respuestas para todo pero sí nos ofrece una serie de fármacos que pueden ayudar a aliviar, calmar y mejorar la calidad de vida de estos enfermos. Pero el apoyo familiar es fundamental, así que lo mejor es mentalizarse cuanto antes, evitar situaciones de estrés y ansiedad y, sobre todo, dar todo el amor y comprensión a estos niños, sabiendo que ellos no son responsables de su mal.
Vía | Bekia padres
Fotos | Etapa infantil y Fundación Cadah
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