Espacios de lectura en casa: 4 beneficios para los niños
Los libros infantiles, en sí mismos, representan el valor de la lectura. Pero este hábito, por otra parte, también requiere de espacios adaptados para alimentar la imaginación, nutrir la comprensión lectora o leer en voz alta. Existen distintas zonas de lectura que pueden integrarse en el hogar a través de la decoración de la vivienda. Pues bien, uno de esos espacios puede ubicarse en el salón. En El Blog Infantil comentamos qué ventajas aportan los espacios de lectura que se integran en diferentes partes de la casa.
1. Cercanía
La lectura se integra en la vida cotidiana de los niños por medio de espacios que están específicamente diseñados para alimentar el descubrimiento. Cada estancia de la vivienda cumple objetivos específicos. Por ello, aquellos rincones que se alinean con la animación a la lectura potencian el hábito desde la infancia. Al menos, crean una base para afianzarlo y alimentarlo. Los rincones literarios que refuerzan el protagonismo de la lectura pueden convertirse en un medio para dejar en un segundo plano otras formas de entretenimiento vinculadas a la tecnología.
2. Accesibilidad
Existen diferentes espacios externos al hogar que se alinean directamente con la magia de la lectura. Sin embargo, la decoración práctica potencia la estética, el confort y el bienestar. Mejora la accesibilidad de la lectura y los libros en la vivienda. Es decir, la literatura se integra en el espacio y aporta compañía a los niños. Se familiarizan con un entorno en el que el libro no ocupa únicamente un espacio en la estantería. Es un bien que se disfruta a través de juegos creativos, diálogo, lectura en voz alta y educación en valores.
La accesibilidad de la lectura no solo puede situarse en la escuela, en una librería o en la biblioteca, sino también en casa. La planificación del espacio a través del diseño y la decoración es clave.
3. Recordar el valor de la lectura
Los espacios de lectura actúan como un recuerdo visual del valor que tiene este pasatiempo en la vida diaria. Transmiten un mensaje importante en un momento en el que los libros pueden quedar en un segundo plano como consecuencia del ritmo de la prisa o las ocupaciones que irrumpen en la vida familiar. En definitiva, esos espacios unen a padres e hijos en torno a cuentos e historias inolvidables.
Así como los niños disfrutan de su propia zona de juegos, o cuentan con un rincón de disfraces en casa, también pueden acceder a diferentes espacios de lectura que enriquecen el hogar con la esencia de la palabra.
4. Lugares que evolucionan con el paso del tiempo
La decoración de un hogar familiar es dinámica: se adapta a necesidades nuevas que surgen con el paso del tiempo. Pues bien, los espacios de lectura que se enmarcan en la vivienda son un reflejo de esta transformación. Pero esos espacios pueden disfrutarse y compartirse durante mucho tiempo. Incluso cuando los niños ya leen por sí mismos, es posible encontrar espacio para poner en común otras lecturas en voz alta.
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