Escuela infantil: qué es y cómo se aplica la evaluación continua

Cuando las familias analizan la calidad y la excelencia de un centro académico valoran aspectos tan relevantes como la atención personalizada. Y es que, aunque el aula esté formada por niños y niñas que integran un grupo homogéneo, el aprendizaje de cada uno supone poner atención en sus necesidades. Una atención que se completa a lo largo del curso con un seguimiento continuo. La evaluación del alumno incide en la observación de su evolución, logros, retos, desarrollo de competencias y habilidades.

La evaluación del niño en la escuela infantil tiene una dimensión integral y pone en valor la observación directa. Es decir, el docente observa a los alumnos en el día a día a través de las dinámicas, ejercicios, rutinas y actividades que se integran en el aula.

La evaluación del niño se desarrolla a partir de un diagnóstico inicial

Es decir, pone en valor el proceso que completa el alumno a partir de su primer día de clase. Ese primer día hace referencia a un nivel y grado de conocimiento que se completa y enriquece a través de la formación adquirida durante el curso. La información que aporta la evaluación continua a lo largo del curso es especialmente significativa conforme se aproximan las vacaciones de verano. En ese momento, los profesionales del centro y las familias ponen en perspectiva los objetivos alcanzados, el crecimiento en el nivel de autonomía, la seguridad adquirida en diferentes ámbitos, las destrezas perfeccionadas y las habilidades específicas.

La evaluación continua en la escuela infantil, como hemos señalado, tiene una dimensión holística y global. Es una observación directa que permite hacer un registro de las observaciones clave. De este modo, con el objetivo de impulsar y reforzar el potencial del niño en su aprendizaje, la evaluación continua también aporta información sobre las áreas de mejora. Aquellas en las que el alumno necesita apoyo, tiempo y refuerzo.

Reuniones entre padres y profesores: claves para comentar aspectos vinculados con el progreso del alumno

El progreso que el niño vive durante el curso académico no es previsible, lineal, ni uniforme en todos los campos. Es decir, un niño puede destacar de forma temprana por sus habilidades en un área, mientras que experimenta un ritmo distinto en otro ámbito. Con el inicio de un nuevo curso, también se retoman las reuniones habituales que se convocan a lo largo del año en escuelas y colegios. Reuniones que reúnen a padres y educadores para comentar diferentes aspectos vinculados con la evaluación continua del niño. Además, el formato de la reunión es práctico porque permite reforzar la comunicación y compartir datos de valor en torno a cuestiones que, aunque se integren más allá del aula, pueden reflejarse en el rendimiento del niño en la escuela.

Las dinámicas, actividades, ejercicios y herramientas que se utilizan en una estrategia de evaluación continua persiguen un objetivo claro y específico. De este modo, un objetivo medible ayuda de forma directa a poner en perspectiva el crecimiento experimentado.

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