Escucha y observa a tu hijo para que se sienta comprendido
La educación infantil puede abordarse en el hogar desde ángulos distintos. Sin embargo, existe un pilar de la educación infantil que, en ocasiones, pasa desapercibido: la comprensión. Y es que, existen bloqueos, conflictos, barreras e interferencias en la comunicación que generan una distancia cuando no se busca una solución ante las diferencias.
Sentirse comprendido en cualquier etapa de la vida proporciona un apoyo, un reconocimiento y un consuelo. Es un mensaje de aceptación y un refuerzo de la autoestima que resulta especialmente significativo durante la niñez. La opinión del entorno cercano es muy importante para el niño.
Cuando un hijo se siente comprendido, se siente más cerca de sus padres
Es importante que el hijo se sienta comprendido desde su realidad en la infancia o en la adolescencia. Comprender no implica evitar cualquier límite, sobreproteger o renunciar a la propia autoridad en la educación de los hijos. Comprender significa escuchar de verdad y tener una actitud de apertura para trascender más allá de expectativas previas, deseos personales o punto de vista individual.
La comprensión es especialmente importante en cuestiones que son esenciales para el desarrollo y bienestar de un menor. Por ejemplo, aquellos aspectos que tienen que ver con cómo se siente, cuáles son sus objetivos y qué desafíos afronta cada día. Aunque la comprensión pueda parecer una consecuencia natural del amor materno o paterno que, en la mayoría de las ocasiones, busca aquello que es mejor para el niño, hay otras barreras que pueden suponer un freno a la capacidad de comprender. Y es que, entre padres e hijos existe un cambio en relación con el contexto generacional.
Y la edad incide en los valores, el lenguaje, las prioridades y el estilo de vida.
Si el niño se siente incomprendido puede llegar a protegerse a través del silencio y crear una barrera para no compartir ciertos temas. Del mismo modo, la incomprensión también empaña la convivencia a través de discusiones y reproches. La comprensión pone la mirada en lo concreto y huye de las conclusiones generales.
La comprensión en la infancia crea una base para mejorar la relación entre padres e hijos adolescentes
Entrenar la capacidad de comprensión durante la infancia es un pilar clave de la educación puesto que este valor es relevante a largo plazo. En concreto, supone una diferencia en la calidad del vínculo que los padres construyen con su hijo cuando es adolescente. La comprensión crea un clima de libertad y respeto. La incomprensión, por su parte, se percibe como un rechazo. Comprender no implica estar de acuerdo, sino cultivar la apertura para conocer las razones y los motivos de una posición determinada (aunque el punto de vista del interlocutor se aleje de la opinión personal).
Sentirse escuchado es un paso previo para recibir comprensión. Pero la comprensión no se reduce a la escucha, sino que se produce un acompañamiento que va más allá de este hecho: integra el amor, la presencia consciente y la intención positiva.
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