¿Es importante el tamaño de nuestro bebé?

Primero tenemos que saber que no hay un «tamaño correcto» para nuestro bebé. Ellos, como nosotros, vienen de todas formas y tamaños, lo importante es que estén bien alimentados y que vayan ganando peso con su propio ritmo. Nunca hay que olvidar que siempre debe estar supervisado por nuestro pediatra que será el que nos indique las pautas a seguir.

Durante la primera semana de su nacimiento el bebé tiende a perder peso, algo que suele asustar a muchas mamás que empiezan a preocuparse si lo están alimentando debidamente. Es totalmente normal. Nuestro niño viene con una reserva alimentaria natural para ayudarle a hacer frente a esos primeros días que tiene que enfrentarse, entre muchos otros cambios, a la puesta en marcha de sistema digestivo. A partir de la segunda o tercera semana ya habrá vuelto a su peso e, incluso, habrá ganado algunos gramos.

También con su nacimiento nos entregan el libro sanitario de nuestro bebé. Allí el pediatra va anotando y controlando los cambios que se producen en su organismo. En él aparecen unas tablas llamadas del percentil. Mediante una cuadrícula se van señalando, mes a mes, tanto el peso como la altura que va ganando. Hay que pesar, en todo momento, que estos gráficos son orientativos y que nuestro pequeño seguirá sus propias pautas.

No debemos olvidar que, según la naturaleza genética de nuestra criatura, ya viene con unas características determinadas en cuanto a su tamaño. Además sucede que cada cambio en su evolución no todos los niños los experimentan del mismo modo. Por ejemplo: cuando empieza a caminar hay niños que gastan mucha más energía que otros, por lo tanto tienden a perder más peso que los que se toman esa tarea con más tranquilidad. La alimentación también nos va dando ciertas respuestas, sobre todo en aquellos períodos de cambios con los alimentos, no todos los niños los aceptan igual y es normal que existan variaciones en la «norma general».

Vía | Travel Carhire

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