Epoca de bronquiolitis

Epoca de bronquiolitis

Escrito por: Belén    20 diciembre 2011    2 minutos

Entre diciembre y febrero se dan la mayoría de los casos de bronquiolitis en menores de 18 meses

El año pasado mi bebé cogió un importante catarro por estas fechas. En principio no era más que eso, el niño no tenía fiebre pero sí estaba congestionado y sobre todo muy irritable. Al tercer día ya no parecía sólo un catarro, casi no dormía y no quería comer. Así que le llevamos a urgencias, la verdad, pensando que nos tomarían por histéricos y nos enviarían a casa con algo que le aliviara un poco. Pero, mi chiquitín de 4 meses se quedó tres días ingresado por bronquiolitis.

El niño estaba tan incómodo que le bañaba y le cambiaba de ropa a toda velocidad mientras intentaba calmarle, pero no le miré. No ví un síntoma evidente de la bronquiolitis, al respirar se le hundía la piel bajo las costillas. Es una señal del esfuerzo respiratorio que estaba haciendo. No lo tienen todos los bebés pero si lo ves en el tuyo, tienes que llevarle a urgencias, también si sucede lo mismo pero en el espacio entre el cuello y la clavícula.

La Asociación Española de Pediatría (AEPED) nos cuenta lo que debemos observar y cuando hay que llevarle urgentemente al médico:

  • Respira muy agitado
  • La piel se hunde en las costillas
  • Rechaza o presenta dificultad para ingerir los alimentos
  • Está muy agitado o bien muy dormido
  • La fiebre es muy alta
  • Emite un quejido al respirar
  • Presenta color azul en los labios o las uñas espontáneamente o con la tos
  • Hace pausas respiratorias

El bebé no tiene que presentar todos estos síntomas, basta con uno de ellos para consultar con el pediatra. Normalmente comienza como un simple catarro, congestión nasal, fiebre leve, tos y estornudos. Pero, entre el segundo y el cuarto día o en horas si el niño es muy pequeñito, la dificultad respiratoria puede agravarse y pueden aparecer los otros síntomas.

Si tu peque, como el mío, ya ha tenido una bronquiolítis, sabrás que debes estar pendiente porque hay más riesgo de que vuelva a contraerla. También son propensos los niños prematuros y los que presentan otros problemas de salud como enfermedades de corazón, de los pulmones y deficiencias inmunológicas.

Vía | En Familia-AEPED
Foto | Inforegión

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