En un entorno acuático los bebés siempre al alcance de la mano
El ahogamiento en piscinas, playas y entornos acuáticos, es la segunda causa de muerte en menores europeos. Sólo en nuestro país supone el 13 por ciento de los casos de mortalidad infantil por lesiones.
Es por ello que llegadas las fechas de verano, en las que las visitas a estos lugares se multiplican, los pediatras advierten y vuelven a lanzar una campaña para favorecer la seguridad de los más pequeños. Así lo han publicado en un artículo que ha salido en la revista «Anales de Pediatría». La clave es básicamente una: tener a los pequeños siempre en la distancia justa de nuestro brazo.
La piscina, la playa o, incluso, las pequeñas balsitas donde refrescar al bebé durante estos tórridos días, pueden ser especialmente peligrosas, incluso cuando creemos que es imposible que nada malo suceda. Es necesario llevar una vigilancia exhaustiva y no perder, en ningún momento, de vista al niño. Según estas recomendaciones lo más adecuado y seguro es guardar la distancia justa que alcanza nuestra mano para que, en un vaivén del pequeño, podamos rescatarlo justo a tiempo.
Es importante que los niños aprendan a nadar de la forma más temprana posible, también es importante la presencia de los socorristas, especialmente en aquellos lugares públicos en los que las distracciones son más habituales y que las piscinas se encuentren valladas, a una altura suficiente como para que los bebés no puedan traspasarla.
También nos advierten sobre la necesidad de vaciar cualquier recipiente en la que encontremos algo de líquido, no podemos olvidar que estos accidentes, que pueden acabar fatal, se pueden producir con tan sólo 2 centímetros de agua.
Vía | Anales de pediatría
Foto | Shopmami