Enseñanza trilingüe para 45.000 niños de 3 años

El pasado 3 de Agosto, el Gobierno valenciano aprobó un Decreto por el cual se impulsa más la pluralidad de la lengua a aprender, siendo tres las obligatorias e incidiendo en ello desde los cursos de educación infantil.

Castellano, valenciano e inglés tendrán que ser dominados perfectamente cuando los niños dejen la educación obligatoria con dieciséis años. Doblando el número de horas lectivas en el aprendizaje del inglés y fijando dos programas de enseñanza para castellano y valenciano, se pretende conseguir este objetivo.

Más de 45.000 escolares serán, a partir de septiembre, los primeros en comenzar este nuevo programa para su mejora personal y profesional en el futuro. Para ello, ha existido un proceso previo de aprobación en el que se ha contado con sindicatos, confederaciones de padres y alumnos, entidades como Escola Valenciana y la Academia de la Lengua Valenciana o Universidades públicas de la región.

Todo ello también ha contado con la valoración de la propulsión del valenciano. Además de contar con el beneplácito de las entidades y asociaciones anteriormente mencionadas, la mayoría de la población ve con muy buenos ojos que se potencien las tres lenguas y que se incorpore el inglés a la enseñanza en varias asignaturas como un idioma más.

El profesorado recibirá también formación al respecto para el correcto desarrollo del programa. Para ello, la Generalidad valenciana va a contar con escuelas oficiales de idiomas, Universidades, centros extranjeros acreditados y cursos on line, además de trabajar también para conseguir que tres mil docentes puedan recibir títulos oficiales y acreditados.

Se prevé que en un plazo de siete años, quede implantada esta educación plurilingüe en toda la educación obligatoria. Por supuesto que no pienso entrar a valorar el tema del valenciano en este asunto, pero si la insistencia por la aplicación de la enseñanza de los idiomas a tan temprana edad. Supongo que la sociedad y el mercado laboral lo demandan, por lo que hay que ir en la dirección del viento que ellos marcan. El problema radica en que, quien no esté de acuerdo con ello, ¿Qué postura debe o puede adoptar? Cada cual, que responda como considere oportuno.

Vía | lasprovincias.es

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