Embarazo, semana 32
Tu médico controlará ahora tu tensión, tu peso y el volumen de líquido amniótico en cada visita, además de la evolución del bebé. Síntomas como el aumento repentino de peso, la hinchazón de las manos o de la cara, los dolores de cabeza o los cambios en la vista pueden ser un indicio de preeclampsia. Consulta con tu médico si notas alguno de ellos.
Tener los tobillos e incluso las piernas hinchadas es normal a estas alturas. Procura mantenerlas en alto cuanto puedas y mejor si puedes levantar ligeramente el colchón en la zona de los pies. También es normal la leucorrea, el flujo vaginal blanquecino e inodoro. La cantidad que segregues irá aumentando según se acerque la fecha de parto. Si fuera mucha cantidad o tuviera trazas de sangre, tendrías que consultarlo con el médico porque podría tratarse del tapón mucoso y por tanto un aviso de parto.
El organismo del bebé está practicando para después del nacimiento. Sus pulmones, riñones e intestinos realizan los movimientos que le serán útiles despues. Si naciera ahora tendría muchas posibilidades de sobrevivir. Su cuerpecito cada vez está más redondeado por la grasa y el desarrollo de sus músculos. Ya puede estar colocado para el nacimiento o a punto de hacerlo. Notarás un cambio en los movimientos cuando esto ocurra y según vaya bajando sentirás menos presión en el estómago y el diafragma.
En este momento tendrás que empezar a buscar cosas que mantengan tu mente ocupada. Las últimas semanas de embarazo pueden hacerse muy largas, porque sabes que el parto se acerca y con él los miedos propios de la mamá primeriza (las que repiten también pueden sentirlo). Además tienes ansiedad por ver la carita a tu bebé y saber que todo ha ido bien. Practica las respiraciones que has aprendido en el curso de preparación al parto, da largos paseos y habla mucho con tu pareja para hacerle partícipe y dejarte cuidar. Ya queda menos.
Tu bebé mide unos 47 centímetros y pesa cerca de dos kilos.
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Imagen | Ask a mum