Embarazo, semana 30
Esta es otra semana de crecimiento tanto del bebé como de tu barriga. Puede que ya la notes muy grande y te preguntes si aún podrá crecer más (sí, puede) o que pienses que es demasiado pequeña para estar en la semana 30. Ambas situaciones son normales, depende de tu constitución, de la alimentación que estás llevando o del tamaño de tu bebé. Hacer algo de ejercicio te ayudará a estar más cómoda, uno estupendo son los paseos, tranquilos pero largos. En ningún caso debes forzar y si ves que te cansas mucho tienes que consultarlo con tu ginecólogo. Aprovecha también para realizar los ejercicios de Kegel de manera regular.
Para dormir lo mejor es que te tumbes sobre el lado izquierdo para dejar libres la aorta y la vena cava . Así dejarás fluir la sangre a y desde las extremidades con más facilidad. Procura mantener una buena postura al estar de pie o sentada, ten en cuenta que tu centro de gravedad sigue modificándose. Es posible que necesites separar un poco los pies cuando estés erguida para mantener mejor la postura.
Tu bebé sigue creciendo y acumulando grasa. El lanugo comienza a caer aunque puede quedarle hasta un tiempo después de nacer. Las uñas de las manos y los pies de tu pequeño están formadas y siguen creciendo. Juega con el cordón umbilical y ejercita constantemente la respiración.
En este momento puede moverse mucho ya que empezará a colocarse para el parto. Unos bebés lo hacen y otros no, además unos son más rápidos que otros. El ginecólogo te dirá en que posición se encuentra cuando tengas la revisión. Los movimientos pueden ser molestos, sobre todo porque cuando descansas es cuando más le notas. Además las pataditas y codazos en ocasiones irán dirigidos contra tu diafragma, lo que puede cortarte un segundo la respiración, o contra tu vejiga, haciéndote correr al baño.
Tu bebé mide 27 centímetros de la coronilla al coxis o 43 de la cabeza a los pies. Pesa alrededor de 1.300 gramos.
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