Embarazo, semana 28
Acabas de iniciar el tercer y último trimestre de tu embarazo, ¡enhorabuena! Tómatelo con calma e intenta estar ocupada porque se hace muy largo. Si aún no lo has hecho, es un buen momento para preparar la bolsa para el hospital con tus cosas y las del bebé. La tranquilidad del segundo trimestre ha acabado y puedes empezar a sentir algunas molestias.
Tu barriga llegará hasta tus costillas. El útero presiona la vegija y los riñones están filtrando más sangre de lo habitual. Por todo ello tendrás la necesidad de orinar frecuentemente. Cuidado con los estornudos o las carcajadas fuertes que te pueden provocar alguna pérdida involuntaria. Entre las molestias que puedes empezar a sentir están los calambres en las piernas, el picor de piel o la aparición de venas varicosas y hemorroides.
Tu pecho puede empezar a segregar calostro, lo que será el primer alimento de tu bebé si optas por la lactancia materna. Que no lo tengas antes del nacimiento no significa nada. Si eres RH negativo, esta es la semana en que el médico te pondrá RH inmunoglobulina. Volverás a recibir la vacuna tras el parto.
El bebé sigue engordando y creciendo. Sus ojos están completamente formados y si aplicaras una luz fuerte podría notarla. Si le hablas puede ir acostumbrándose a tu voz, pese a que sus orejas siguen cubiertas de lanugo. La posición que toma el feto modifica el aspecto exterior de tu tripa. Aún tiene tiempo para girarse hasta conseguir la postura del parto.
Su cuerpecito se sigue redondeando por la acumulación de grasa y el pelo sigue creciendo. Tu bebé pesa algo más de un kilo y mide alrededor de 40 centímetros de la cabeza a los pies. Tiene el tamaño de un repollo grande.
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Imagen | Michigan