Embarazo, semana 27
En este momento tu bebé ya tiene un aspecto muy similar al que tendrá el día de su nacimento aunque más delgadito y pequeño. En su piel se está formando el epitelio, lo que la endurecerá y la hará como la nuestra. Por ahora está arrugadito y así seguirá hasta un tiempo después de nacer, porque está en contacto permanente con el líquido amniótico.
Si naciera ahora, sus posibilidades de sobrevivir serían muy altas. Aunque lógicamente, no es lo deseable ya que sigue formándose y algunos de sus órganos aún son inmaduros. Los pulmones, el hígado y el sistema inmune continúan desarrollándose. En sus ojos se está formando la retina y está comenzando a abrir los párpados.
Es una semana estupenda para buscar un curso de preparación al parto al que acudir. Además de recibir información muy útil sobre el cuidado y la alimentación de tu bebé, aprenderás a hacer ejercicio y respiraciones. También podrás conocer otras madres en tu misma situación y eso siempre es enriquecedor.
Es el momento de empezar a ganar peso de verdad, unos 400 gramos por semana y así seguirás hasta la 36 aproximadamente. Eso no quiere decir que tengas que comer más de lo normal, ganarás peso porque lo necesita tu pequeño. No te preocupes, a no ser que cojas peso excesivo, piensa que no es grasa, es necesario para tener un embarazo saludable. Intenta no caer en la tentación del dulce y abusa de la verdura y la fruta menos dulce.
El médico comenzará a controlar tu tensión y tu peso de forma regular. Este control es necesario para prevenir o detectar a tiempo la hipertensión que podría derivar en preeclampsia.
Tú bebé pesa un kilo aproximadamente, y mide unos 25 centímetros de la cabeza al culete. La comparación ya es muy fácil, por ejemplo pesa lo mismo que una botella de agua de 1 litro. Como decimos continuamente, ten en cuenta que estos datos son orientativos, cada bebé y cada mamá lleva un ritmo diferente.
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