Embarazo, semana 18
A medida que va creciendo la tripa, para algunas mamás se hace más complicado dormir. Un buen recurso es utilizar alguna almohada para apoyar el cuerpo y conseguir una postura más cómoda. No es un buen momento para preocuparse por la línea, aunque tampoco conviene excederse. El ginecólogo te puede informar de la alimentación más apropiada, que debe contener alimentos de todos los grupos.
Los ejercicios de suelo pélvico tendrían que realizarse unas tres o cuatro veces al día. Si te pones un horario será más fácil recordar que tienes que practicar.
La carita del bebé cada vez es más humana. Las orejas ya están en su posición final y sobresalen de la cabeza. Los ojos ya miran hacia delante y si aplicamos una luz fuerte hacia el abdomen, podría detectarla. Se están formando las almohadillas de los dedos y las huellas dactilares. La madre puede notar unos leves movimientos rítimicos porque el bebé ya puede tener hipo.
Los intestinos están comenzando a acumular meconio, la primera caquita que hará el bebé tras el parto. Si el bebé es un niño en esta semana empezará a formarse la próstata. En la médula osea del feto comienzan a formarse glóbulos y en su lengua las papilas gustativas. Por su parte los huesos, hasta ahora muy blandos, comienzan a endurecerese u osificarse. Los primeros en hacerlo son las clavículas y las piernas.
El bebé mide 14 centímetros y pesa 200 gramos. Tiene apoximadamente el tamaño de un aguacate. No olvides que todos estos datos son orientativos.
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Foto | Health State