Embarazo, semana 13
En esta semana la embarazada habrá tenido o tendrá su segunda visita al ginecólogo. Le habrán hecho una ecografía en la que además de comprobar que el bebé se encuentra perfectamente y haber escuchado su corazón, posiblemente le han hecho una translucencia nucal. Es un importante marcador para predecir si hay riesgo de que el bebé tenga alguna anomalía. No es un diagnóstico, tan solo indica una probabilidad que hay que confirmar con más pruebas. Mide mediante ecografía, el acúmulo de líquido subcutáneo en el cuello del bebé. Todos los bebés tienen, pero a mayor cantidad, mayor riesgo de sufrir una anomalía cromosómica.
Seguramente el ginecólogo en esta visita habrá pedido un triple screening, otra prueba diagnóstica.
El bebé duerme, se despierta, mueve los deditos de los pies, gira el cuello y puede acercar el pulgar hacia la boca, aunque aún no succiona. Solo una de sus manos ya tiene 27 huesos. Los ojos están cubiertos por los párpados, que de momento están fijos para proteger al ojo en formación. Ya se están colocando en su lugar y el bebé tiene una carita más «humana». El páncreas comienza a segregar insulina y se está preparando el meconio.
En esta semana la madre puede empezar a sentir algún pinchazo o molestia en el abdomen. Es normal, los ligamentos que sostienen el útero tienen que alargarse según va creciendo éste. Si aún te sientes cansada, descansa, tu cuerpo está haciendo un gran trabajo estas semanas.
Como decía Alina hace unos meses, hay quien ha conseguido aguantar hasta ahora sin dar la noticia a la familia, y ya ha llegado el momento. Se acabó el primer trimestre y con él la etapa de mayores riesgos.
El bebé mide unos 7 centímetros y pesa alrededor de 8.8 gramos. Tiene el tamaño de un limón pequeño.
Vía | Kidshealth
Más información | Embarazo, semana 12
Foto | Easterwood