En el embarazo y la lactancia nada de juguetes sexuales

El uso de juguetes sexuales se ha popularizado tanto que hay reuniones de tuppersex y máquinas expendedoras de vibradores y otros artilugios. Su uso no tiene contraindicaciones en principio salvo en dos momentos de la vida de la mujer, el embarazo y la lactancia. El motivo es que pueden estar hechos con ftalatos que traspasarían la barrera placentaria en un caso y llegarían a la leche en el otro.

De este compuesto que aporta elasticidad a los plásticos, hemos hablado en más de una ocasión y recientemente por la prohibición de su uso en chupetes, biberones y juguetes infantiles. Los ftalatos son disruptores hormonales, lo que quiere decir que pueden alterar el sistema endocrino. Hasta ahora no hay pruebas determinantes pero se pide que las mujeres embarazadas y lactantes apliquen el principio de prudencia y no utilicen nada con este compuesto.

Una investigación realizada por la ginecóloga Shanna Swan, de la Universidad de Rochester en Estados Unidos, relacionó la exposición a los ftalatos con problemas reproductivos en el bebé especialmente si es un varón. Puede causar una reducción de la testosterona, menor distancia entre el ano y los genitales lo que puede interpretarse como una ligera feminización del bebé varón. Investigaciones posteriores han mostrado menores niveles de hormonas andrógenas e incluso un menor apego o destreza por los juegos típicamente masculinos en estos niños.

Los productores de plástico mantienen que no hay pruebas concluyentes contra este compuesto. Se utiliza en múltiples y muy distintos productos como cremas de belleza, champús, recipientes de plástico para la comida, recubrimientos de vinilo, perfumes o equipamiento médico.

Ante la duda lo mejor es no utilizar nada que lleve ftalatos durante el embarazo y la lactancia, incluídos los juguetes sexuales.

Vía | El Mundo
Foto | Hablamox

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