Elegir el humidificador más adecuado para el bebé
Mantener un ambiente adecuado en la habitación en la que vaya a estar el bebé es fundamental para su salud y tranquilidad. El humidificador puede ser una solución para evitar una atmósfera excesivamente reseca, en especial en invierno cuando tenemos puesta la calefacción. Ésta puede resecar la garganta y las fosas nasales haciendo al bebé más vulnerable frente a los catarros. O en verano cuando las altas temperaturas secan la atmósfera.
Sin embargo, existen, cada vez más, una amplia variedad de humidificadores en el mercado. Y los padres se encuentran con la difícil tarea de tener que decidir cuál es el que mejor le conviene a su hijo. De entre las cosas que seguro hay que tener en cuenta es de que la habitación debe tener un nivel de humedad entre el 25 y el 50 por ciento. A partir de ahí, los modelos y variedades van en preferencias, pero que no te engañen: sólo hay dos tipos de humidificadores.
Cuando vas a comprar uno te vuelven loca con sus funciones y no sabes qué hacer. Pero la realidad es que hay dos tipos de humidificadores: los de vapor caliente y de frío. Es decir, que el aparato caliente el agua antes de producir el vapor, o lo haga directamente con el agua fría.
- Los fríos producen la nebulización del agua a través de vibraciones de muy alta frecuencia. Son ultrasónicos, muy seguros, silenciosos y con caudal regulable y de bajo consumo.
- Los calientes pueden ser de dos variedades, de electrodos o de evaporación. Los primeros generan el vapor por ebullición del agua de su depósito, a través de una corriente que pasa directamente por el agua. El vapor que emiten es caliente por lo que puede quemar. Además, consumen más.
Los de evaporación funcionan mediante una mecha que se mantiene húmeda y que se calienta a través de un calefactor eléctrico. Éstos últimos necesitan agua destilada para funcionar de manera óptima, y generan un caudal más pequeño y no es regulable. Son los que menos se usan.
A partir de hay, lo demás son dispositivos adicionales. El más frecuente, en los calientes son depósitos para vaporizar fragancias balsámicas que pueden ayudar a dormir al bebé. Es decir, para poder hacer una especie de aromaterapia con el humidificador. También los hay con temporizador para que se apaguen solos, la mayoría tienen una luz nocturna, etcétera.
Personalmente, prefiero los humidificadores fríos ya que es un aparato que aunque no debe estar al alcance de los niños, estará en su habitación y quien evita el peligro… El vapor caliente puede quemar. Pero que no te vuelvan loco, tipos de humidificadores hay dos. Ambos crean humedad en el ambiente, a partir de ahí lo demás es secundario.
Foto | Joe Shlabotnik en Flickr
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