Un electrodo que puede medir el dolor en el recién nacido
Una de las situaciones más inquietantes a las que nos tenemos que enfrentar los padres, nada más nace nuestro bebé, es a sus manifestaciones de llanto. Puesto que el bebé todavía no es capaz de expresarse verbalmente, todo aquello que quiera contarnos, será a través de su única herramienta. Es así como, a través de sus lágrimas, nos reclama para cambiarle el pañal, decirnos que tiene hambre o que alguna molestia le está perturbando. Pero ¿cómo saber cuán intenso es ese dolor?
Unos investigadores británicos han realizado una investigación con niños recién nacidos, para comprobar si el cerebro del bebé es capaz de transmitir cómo es de intenso ese dolor que los bebés padecen. Para ello han utilizado un método no invasivo consistente en un electrodo colocado en su cabecita.
Un electrodo para medir la intensidad del dolor
Rebeccah Slater es una de las investigadoras que han llevado a cabo esta investigación auspiciada por la Universidad de Oxford. Según Slater, es cierto que los gestos, en el llanto del bebé, varían según las necesidades que estén reclamando, pero en el caso de expresar el dolor pueden confundirse con otras circunstancias, por lo que es complicado, también para los científicos, comprobar el grado de sufrimiento por el que está pasando el pequeño.
Es así como se les ocurrió la idea de medir la actividad cerebral de los bebés y, de este modo, poder hacer un cálculo más ajustado y preciso. Para su primera toma de contacto, tomaron a 18 bebés de entre 2 y 5 días. Entre ellos también se encontraba algún niño nacido de forma prematura.
A todos ellos se les colocó un electrodo que iba colocado en su cabecita con el fin de medir su actividad cerebral y respuesta que emitía su cerebro tras distintas circunstancias. Es así como a algunos de ellos se les aplicó un pequeño golpe. Tras él se comprobó como el electrodo recibía un pico neural, entre 400 y 700 milisegundos, tras el impacto. Algo que no ocurrió en los bebés que no recibieron este estímulo doloroso. El caso era el mismo para los bebés que habían nacido antes de tiempo.
Los analgésicos son eficaces en los casos de dolor intenso
Esta investigación se amplió con un nuevo grupo de bebés a los que les realizaron analíticas de sangre en las que se necesitaba el uso de una aguja. La respuesta fue idéntica, también en los prematuros. Sin embargo, este último grupo de bebés, no tenían las mismas reacciones ante otros estímulos externos indoloros como los ruidos fuertes o las luces intermitentes.
El resultado final fue comprobar como los bebés aceptaban bien los analgésicos y como esa respuesta cerebral era mínima, por lo que el dolor era menor cuando eran tratados. Sin embargo estos estudios se tendrán que ir ampliando para comprobar la eficacia analgésica en los bebés que, todavía, no pueden expresar la intensidad del dolor.
Vía | Hoy frases
Fotos | Cuidate plus y Bekia padres
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