El llanto libera el estrés
Un aspecto importante del llanto es la capacidad de descargar el estrés. Los seres humanos tenemos la capacidad neurológica y biológica para liberar a nuestro cuerpo de los efectos de la tensión y los hacemos por medio de las lágrimas, mediante ellas restauramos el equilibrio del cuerpo.
Para los bebés, los factores que le provocan excitación son muchos. Su sistema nervioso es aun inmaduro y muy sensible a los distintos estímulos distorcionantes: situaciones de violencia, clima tenso, contacto con personas nerviosas, entre otras causas.
El niño cuenta con dos formas de poner un freno al exceso de estímulos y de información que reciben: dormir y llorar. Cuando duerme puede bloquear, aislarse de los estímulos. Pero al despertarse quizás también necesite descargar por el llanto.
Un ejemplo claro es cuando un bebé va a un cumpleaños o a una fiesta, quizás durante el evento el niño duerma pero al llegar a su hogar puede ser que llore con todas sus fuerzas, ya que mientras se encuentra durmiendo parte de su cerebro continua en actividad recibiendo estímulos externos.
El llanto también es necesario y hay que aprender a reconocer el momento en que es bueno acompañarlo, sin tratar de calmarlo, simplemente sosteniéndolo para que se sienta libre y seguro, limpiando su organismo del estrés emocional, físico o mental.