El embarazo y las mascotas
Para muchas personas tener un animal en casa supone la adopción de un nuevo miembro en la familia. Ellos nos aportan grandes dosis de alegría y compañía que, a menudo, los humanos no tenemos tiempo o deseos de ofrecer. Si lo que nos regalan los animales de compañía es positivo, ¿por qué hemos de prescindir de ellos cuando se produce el embarazo?
Existe una preocupación generalizada entre las mujeres embarazadas que conviven con algún animal de compañía, si el estar en contacto directo con sus mascotas va a suponer un riesgo para el desarrollo de su bebé, incluso si va a llegar a buen fin su embarazo. En principio no tiene porque existir ningún problema, pero sí hay pequeñas cosas a tener en cuenta con el cuidado de tu mascota.
Es conveniente que lleves a tu animal al veterinario para asegurarte que tiene puestas todas sus vacunas, incluso administrarle aquellas que puedan faltarle. También debemos ser especialmente escrupulosos con su higiene: cortarle las uñas a menudo, bañarlo y limpiar sus enseres, cuidadosamente, para evitar la propagación de algunos parásitos.
Quizás son los gatos los que puedan ocasionar cuidados más especiales. Los gatos suelen portar el parásito ‘Toxoplasma gondii’ que sí puede aportar alguna complicación al embarazo. Lo mejor para esto es hacerte una prueba y así saber si eres inmune a esta enfermedad, por lo que entonces debes dejar de preocuparte. En caso negativo tendrás que llevar especial cuidado y ciertas precauciones como ponerte siempre guantes a la hora de manipular sus cacharros, de la limpieza de sus deposiciones o, incluso, si tienes jardín y tocas la tierra.
Después, con la llegada del bebé, son muchos los beneficios que las mascotas aportan en su vida, y lo digo por experiencia.
Vía | El Bebé