El decálogo para hacer delincuentes
Ayer hablamos de la famosa charla del juez de menores Emilio Calatayud. Igual de conocido es su Decálogo para hacer delincuentes. Según cuenta Carlos Morán en el libro que escribió con el juez Mis sentencias ejemplares, el decálogo es de un autor desconocido, se cuenta que fue el FBI o la policía de Bostón en Estados Unidos. La finalidad sería informar y prevenir, pero con un punto de vista original e irónico, casi sarcástico.
El mérito incuestionable del juez Calatayud es haberlo popularizado. No existe un método para impedir que un individuo se convierta en un criminal, en cambio el decálogo lograría lo contrario, que un niño aprenda a ser un malhechor de primera categoría.
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Desde su más tierna infancia, dé a su hijo todo lo que le pida. Así crecerá convencido de que el mundo entero le pertenece.
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No se preocupe por su educación ética o espiritual. Espere a que alcance la mayoría de edad para que pueda decidir libremente.
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Cuando diga palabrotas, celébrelo con unas sonoras risotadas. Esto le animará a hacer cosas todavía más graciosas
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Nunca le regañe ni le diga que ha obrado mal. No le reprima. Podría crearle complejo de culpabilidad.
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Recoja todo lo que él deja tirado por ahí: libros, zapatos, ropa sucia, juguetes…Así se acostumbrará a cargar la responsabilidad sobre los demás.
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Déjele ver y leer todo lo que caiga en sus manos. Esfuércese para que los platos, cubiertos y vasos que utiliza su hijo estén convenientemente esterilizados, pero no se preocupe por que su mente se llene de basura.
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Riña a menudo con su cónyuge en presencia del niño. De esta forma, conseguirá que no le afecte demasiado una ruptura familiar, quizá provocada por su propia conducta.
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Sea generoso, que su chico tenga todo el dinero que pida. Que nunca le falte un euro en el bolsillo. No vaya a sospechar qeu para conseguirlo es necesario trabajar.
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Satisfaga todos sus deseos, apetitos, comodidades y placeres. El sacrificio y la austeridad podrían producirle graves frustraciones.
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Póngase de su parte en cualquier conflicto que tenga el chaval con sus profesores y con sus vecinos. Piense que todos ellos tienen prejuicios contra su hijo y que de verdad quieren fastidiarle.
Este decálogo fue incluído en el libro de Emilio Caltayud Reflexiones de un juez de menores. A la venta por unos 15 euros.
Vía | Mis sentencias ejemplares. Emilio Calatayud y Carlos Morán.
Más información | Casa del Libro