El asombro: clave en el aprendizaje de bebés, niños y adolescentes

El aprendizaje es esencial para reforzar a un ser humano en su potencialidad. ¿Y cuál es la clave del aprendizaje? El asombro es una de las experiencias que se manifiesta con mayor intensidad en la infancia. Sin embargo, también puede cultivarse en otros periodos a través de una mirada que aspira a contemplar la realidad desde la perspectiva de la primera vez. Ese encuentro continuo con la novedad es el que viven los niños en un periodo en el que reciben tantos estímulos, sensaciones e información a su alrededor.

Para cultivar la mirada del asombro también es esencial que el estilo de vida familiar no esté influenciado y determinado, de una forma permanente, por dispositivos y pantallas. De lo contrario, el foco de atención no tiene en cuenta todo aquello que hay más allá de la tecnología.

El aburrimiento también puede abrir la puerta del asombro y la sorpresa

Cultivar el asombro y la curiosidad es clave en el aprendizaje de bebés, niños y adolescentes. Sin embargo, más allá de su nivel de relevancia, es un proceso que no se alcanza con facilidad en la sociedad actual. Entre otras razones, porque el propio aburrimiento tiende a taparse con numerosas actividades y distracciones (incluso se considera un elemento negativo).

Pues bien, aunque los siguientes términos sean tan distintos en esencia, hay que indicar que el aburrimiento también se alinea con la creatividad, la búsqueda de nuevas iniciativas, la observación del entorno, la tolerancia a la frustración, el desarrollo de la imaginación, la experimentación…

¿Y cómo cultivar el asombro y la curiosidad en la sociedad actual? Es posible hacer una reflexión sincera en relación con el estilo de vida y las rutinas que se repiten habitualmente en el hogar. Por ejemplo, el uso frecuente de las pantallas en el ámbito familiar tiende a normalizar las interrupciones constantes en los planes familiares.

El contacto con la naturaleza: clave para alimentar la admiración y el asombro

¿Cómo potenciar el asombro y la admiración? La naturaleza, como sinónimo de observación, experimentación sensorial y bienestar, es uno de los antídotos para cultivar el asombro y la observación. Una observación que, por otra parte, se alinea con los cimientos del conocimiento científico.

El asombro también se alinea con la mirada filosófica, la reflexión y la búsqueda de la verdad. Desde tu perspectiva de adulto, puedes llegar a estar acostumbrado a todo aquello que se da por supuesto en tantos momentos. Sin embargo, tal vez como padre hayas experimentado ese asombro y esa sorpresa por medio de la mirada de tu hijo en las diferentes etapas de su crecimiento. Y es que, el asombro y la curiosidad son un reflejo de esa búsqueda de respuestas y de nuevas preguntas que acompañan al proceso de crecimiento.

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