El arte de eructar
Si eres madre reciente, seguramente, estarás recibiendo un montón de consejos con respecto a la necesidad de eructar en los bebés. Las hay que te cuentan que si no tira el aire antes de dormir se despertará con cólicos. Otros aconsejan que cada 30 cc de leche hay que ponerlo a que eche el aire y los hay que te dicen que hay que pasearlos después de darles de comer. Pero ¿qué pasa si nuestro bebé va a su propio aire y casi nunca eructa?
Es normal que los bebés traguen un poco de aire al tomar su leche. Este aire forma una burbuja en el estómago que le produce cierto malestar. Pero las técnicas que funcionan para unos puede que para otros no nos sirvan. Los hay que les funciona sujetándolos contra nuestro pecho y frotándoles la espalda, otros eructan mejor si los sientas sobre el regazo y les inclinas hacia delante, dándole golpecitos en la espalda y otros, en cambio, si se les tumba sobre el regazo.
Según los expertos, enfrentarse a los eructos no es nada difícil. Así nos encontramos que una señal fehaciente cuando nuestro bebé está incómodo es que deja de comer, si echa el aire se encontrará mejor. Pero si lo interrumpimos sin que nos lo pida, se sentirá frustrado y llorará. También es importante que escuches la forma de alimentarse de tu hijo. Los hay que lo hacen a grandes tragos, con lo cual tendrán más necesidad de eructar que los que comen de forma tranquila.
También debemos comprobar si el problema de que nuestro bebé trague mucho aire es debido al agujero de la tetina que puede resultar demasiado pequeño o demasiado grande. No está de más ir probando distintos tipos de biberones y tetinas, es posible que a nuestro pequeño le vayan unos mejor que otros.
Fuente | «Remedios caseros para niños» – Asesor: Dr. José Luis Vaquero (Ediciones Pirámide)