Eduquemos a los peques en el pudor

Hoy te daremos algunas claves para que puedas educar a tu hijo en el pudor. Existe en los niños una curiosidad natural que va de la mano con la exploración del mundo que los rodea, es normal que el niño quiera descubrir su propio cuerpo y el de los demás.

Esta etapa de curiosidad suele aparecer entre los cuatro y los seis años de edad. En ese momento suelen desarrollar una gran curiosidad por su cuerpo y por el de los demás, comenzando a distinguir las diferencias de género, queriendo mirar, tocar las diferencias. Junto con la curiosidad empiezan las preguntas.

Si llegas a sorprender a tu pequeño queriendo ver las diferencias con su amigo o amiga lo primero que debes hacer es evitar poner el grito en el cielo ya que para ellos es un acto inocente y si le gritas o lo reprendes podrán sentir culpabilidad.

Puedes preguntarle, tranquilamente, qué están haciendo, a qué están jugando y disimuladamente podrás invitarlos a jugar a otra cosa. Reiteramos la importancia de actuar con tranquilidad y con confianza sin escandalizarte.

Después de ese momento podrás hablar con tu hijo para que pueda encontrar todas las respuestas que le generan curiosidad, brindándole de forma seria y responsable información sexual. La Psicóloga Collado señala que: “Si los pequeños comprueban que sus preguntas obtienen respuestas serenas y que sus juegos no despiertan escándalos innecesarios, se desarrollarán de una manera equilibrada y sana. Esto contribuirá decisivamente a que desarrollen un comportamiento sexual positivo cuando sean adultos”.

Las respuestas que les brinden deben ser acordes a su edad y a su nivel de conocimientos.

Educar a los pequeños con pudor implica “reconocer el valor de la propia intimidad, manteniéndola a cubierto de extraños”. Los padres no deben tomar posturas extremas, deben evitar caer en un liberalismo ni tomar a los temas en tabúes peligrosos y constrictivos.

Vía | ABC
Foto | Flickr – Antonio Rodriguez

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